09/07/2011

Llanto por el crimen contra Facundo Cabral

El crimen contra Facundo Cabral también recuerda a Horacio Guaraní, el autor de la célebre canción “Si se calla el cantor”. Es burdo y maloliente, el criminal exuda ácido ruin y macabro. ¿Sabía a quien mataba?


Sin pretender imitar el llanto por Ignacio Sánchez Mejías, de Federico García Lorca, es precisamente ese el recuerdo más hondo y doliente el que embarga el alma al conocerse la triste noticia del crimen contra Facundo Cabral.
Yo quiero ver aquí los hombres de voz dura.
Los que doman caballos y dominan los ríos:
los hombres que les suena el esqueleto y cantan
con una boca llena de sol y pedernales.

Aquí quiero yo verlos. Delante de la piedra.
Delante de este cuerpo con las riendas quebradas.
Yo quiero que me enseñen dónde está la salida
para este capitán atado por la muerte.
El crimen contra Facundo Cabral también recuerda a Horacio Guaraní, el autor de la célebra canción “Si se calla el cantor”. Es burdo y maloliente, el criminal exuda ácido ruin y macabro. ¿Sabía a quien mataba? ¿Conocía las canciones y las palabras, la filosofía de vida de Facundo Cabral? ¿Había escuchado a Facundo hablar de su madre Sara o de su abuela? ¿Le había escuchado cantar No soy de aqui ni soy de allá? ¿Tenía conocimiento para entender sus virtudes y su amor por la justicia?
Si se calla el cantor calla la vida
porque la vida, la vida misma es todo un canto
si se calla el cantor, muere de espanto
la esperanza, la luz y la alegría.
Si se calla el cantor se quedan solos
los humildes gorriones de los diarios,
los obreros del puerto se persignan
quién habrá de luchar por su salario.

'Que ha de ser de la vida si el que canta
no levanta su voz en las tribunas
por el que sufre,´por el que no hay
ninguna razón que lo condene a andar sin manta'
Si se calla el cantor muere la rosa
de que sirve la rosa sin el canto
debe el canto ser luz sobre los campos
iluminando siempre a los de abajo.
Que no calle el cantor porque el silencio
cobarde apaña la maldad que oprime,
no saben los cantores de agachadas
no callarán jamás de frente al crimén.

'Que se levanten todas las banderas
cuando el cantor se plante con su grito
que mil guitarras desangren en la noche
una inmortal canción al infinito'.
Si se calla el cantor . . . calla la vida.
Y que los que lo mataron reciban el castigo terrenal y eterno y la maldición permanente de Guatemala, la tierra en la que cayó abatido Facundo Cabral, y de todos los pueblos del mundo que aman la libertad y que creen en la expresión del arte como expresión de vida.
Miguel Hernández, en su Elegía a Ramón Sijé, expresa mejor el sentimiento y la indignación ante la muerte de un ser querido. Es lo que queremos expresar ante la muerte de Facundo Cabral.
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
.
Alimentando lluvias, caracoles
Y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
.
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
.
.Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofe y hambrienta
.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte
a parte a dentelladas secas y calientes.
.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte
.
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de mis flores
pajareará tu alma colmenera
.
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
.
A las aladas almas de las rosas...
de almendro de nata te requiero,:
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

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