Señor mío y Dios mío, te doy gracias por este nuevo día que me das y por las posibilidades que tengo en él de seguir construyendo mis planes y mis proyectos. Pero, a veces cedo a la tentación de la tristeza, del desánimo, por eso, te pido que en este día sanes todas las heridas de mi ser. Restaura mi ser, renueva mi interior. También conoces mi afectividad y sabes que hay muchas heridas que el amor me ha dejado y quiero ser sanado también de ellas, porque no quiero ser mendigo de amor. Sé Tú, mi Señor, quien en este momento me dé la salud que requiero para seguir adelante. Que la fuerza de tu amor me haga sentir sano de todas esas situaciones de dolor que he vivido y que me afectan mucho. Te confío todo lo que soy y todo lo que tengo y te pido que me abras caminos de bendición y me permitas alcanzar los objetivos que me he propuesto para hoy. Confío en tu amor y en tu misericordia.
Amén.
Por Alberto Linero Gómez✍
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
Hay una leyenda que sin ser parte de la Revelación, nos enseña lo que Dios espera de nosotros. Se cuenta que había un cuarto Rey Mago, que...
-
Lecturas: Epifanía del Señor . Ciclo C Moniciones: Epifanía del Señor . Ciclo C Homilía 1: Epifanía del Señor . Ciclo C Homil...
-
Padre Manuel Antonio García Salcedo . Arquidiócesis de Santo Domingo Todavía estamos en el continente de la esperanza buscando nuestra ide...
No hay comentarios:
Publicar un comentario