Señor mío y Dios mío, gracias por enviar tu Espíritu Santo. Tú, Espíritu Santo, unges mi cabeza con tu efusión y me sellas para Ti. Dios del amor, derrama bendiciones sobre mi casa, sobre mis seres queridos, sobre mi trabajo, sobre mi comunidad, mi ciudad, mi país. Bendito Espíritu, derrámate abundantemente sobre todos los que ahora estamos en oración, por aquellos a quienes no conozco pero que ahora se unen a esta familia orante de El Man está vivo. Sé que estás con cada uno de nosotros, sé que contigo nos gozamos en este encuentro que nos da vida en abundancia. Que este momento de intimidad de la noche nos ayude a descansar no sólo el cuerpo sino también el corazón, que podamos sanar las heridas que hay en nuestro interior y que seamos libres de todo aquello que nos quiere robar la paz, la felicidad, la concordia. Danos tu Espíritu ahora y siempre.
Amén.
Por Laberto Linero Gómez✍
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