P. Domingo Vásquez Morales |
Santo Domingo.- Es Semana Santa y solo se escucha hablar de vacaciones,
actividades y tradiciones cristianas que muchas personas no creyentes
desconocen.
Sin embargo, la Semana Santa es un tiempo trascendental para los
cristianos sobre todos los católicos porque es el tiempo en que se conmemora
la Pasión, Muerte y Resurrección del señor Jesucristo.
Así lo expresa el sacerdote Domingo Vásquez Morales, quien destacó que
“la Semana Santa es celebrada por el significado que tiene el misterio de
la Redención de Cristo, que por su infinita misericordia y amor al hombre,
decide libremente tomar nuestro lugar y recibir el castigo merecido por
nuestros pecados”.
Indicó que para los cristianos la Semana Santa no es el recuerdo de un
acontecimiento histórico, sino que en este tiempo los cristianos pueden
apreciar y reflexionar en el amor que Dios tiene a sus hijos al entregar su
hijo por la salvación del mundo
“Para los cristianos la Semana Santa no es el recuerdo de un hecho
histórico cualquiera, es la contemplación del amor de Dios que permite el
sacrificio de su Hijo, el dolor de ver a Jesús crucificado, la esperanza de ver
a Cristo que vuelve a la vida y el júbilo de su Resurrección”, sostuvo Vásquez,
quien tiene 23 años ejerciendo su ministerio sacerdotal.
“En los inicios de la cristiandad ya se acostumbraba la visita de los
santos lugares. Ante la imposibilidad que tiene la mayoría de los fieles para
hacer esta peregrinación, cobra mayor importancia la participación en la
liturgia para aumentar la esperanza de salvación en Cristo resucitado”,
ponderó.
El reverendo padre consideró que la crucifixión de Jesús, el hijo de
Dios, es una invitación para que también muera en el alma de las personas el
egoísmo, la soberbia, la avaricia y el pecado, y de esa forma poder vivir en la
gracia de Dios.
“Para nosotros no existen cosas extraordinarias, calumnias, disgustos,
problemas familiares, dificultades económicas y todos los contratiempos que se
nos presentan, servirán para identificarnos con el sufrimiento del Señor en la
pasión, sin olvidar el perdón, la paciencia, la comprensión y la generosidad
para con nuestros semejantes”, aseguró.
Duración de la Semana Santa
El sacerdote explicó que la Semana Santa es el tiempo más
importante en la Iglesia en todo el año, precedida por el tiempo
de Cuaresma (40 días) y consta de dos partes esenciales que inicia con
el Domingo de Ramos, así como los días lunes, martes y miércoles, y el
Triduo Pascual que abarca los días jueves, viernes y sábado de la Semana Mayor.
“Durante muchos siglos ha sido tradicional la representación de la
Pasión y Resurrección del Señor, comenzando por la procesión de los ramos el
domingo y teniendo un punto álgido en la crucifixión del Viernes Santo”.
“Toda ella aboca al triduo sacro en el que conmemoramos el centro de
nuestra fe cristiana. Nosotros confesamos que Jesucristo murió (Viernes Santo),
fue sepultado (Sábado Santo) y resucitó el tercer (Domingo de Resurrección)”,
detalló.
Sin embargo, destacó que los días en que se lleva a cabo el Triduo
Pascual son los más importantes de este tiempo, ya que es una celebración que
tiene una unidad para significar y hacer memoria de los grandes acontecimientos
de salvación.
“Si nos fijamos bien (si participáramos en todos los días) se comienza
el Jueves Santo con la conmemoración de la Cena del Señor y culmina el Domingo
de Pascua con la Celebración de las Vísperas del Domingo de Resurrección, sin
interrupciones”, recalcó el sacerdote, vicario en la Parroquia Nuestra Señora
de América Latina, en Sabana Perdida.
Manifestó que el Jueves Santo, día de la Cena del Señor, la celebración
eucarística termina sin bendición y despedida, al igual que el Viernes Santo y
Durante la Vigilia Pascual se comienza sin saludo ni despedida en la asamblea
para indicar que es único el misterio Redentor y Salvador de Cristo.
La iglesia dominicana y a nivel mundial invita a sus feligreses a vivir
intensamente el Triduo Pascual y acompañar a Jesús en su entrega de su
vida en obediencia.
“Se trata que cada uno sienta en carne propia la pasión y muerte del
Señor y haga propia su victoria de Resucitado. La Vivencia estos santos
misterios nos lleve a lograr una vida cada vez más plena en el Señor y que
hagamos posible un mundo más humano y más fraterno, donde es sus días florezca
la justicia y la paz abunde eternamente”
Por Virginia Pichardo: periódico el día
No hay comentarios:
Publicar un comentario