El sí
de los novios no puede ser más que un romance pasajero, en medio del silencioso
y apasionado abrazo; que con besos de intimidades prohibidas antes de los
dieciocho, interrumpe la virginidad, al quemar una etapa de la vida,
apresurando el ser adulto, violentando imposiciones de tradición familiar; para
la formación de cristiano hogar, que mucha falta hace, en la sociedad con
influencias de culturas foráneas de mal agüero.
La creían niña, pero los
deseos carnales agilizaban la ansiedad de satisfacer las necesidades sexuales a
destiempo, sin importar lo que pudiera suceder con su vida, que de hecho ya
estaba corrompida por ansiedades que se convertían en rutina, difícil de
olvidar; por acciones de instintos corporales, que motivan en su pensar, dar
continuidad al gusto del acoplamiento de dos cuerpos, con flechazo de un Cupido
traicionero; encadenando corazones, en la cárcel de intereses malsanos, donde
no existe la palabra amor.
El tiempo de la pornografía
cibernética, adiestra cerebros juveniles, ofreciendo facilidades de cómo tener
relaciones sexuales, por encima de normas éticas y morales establecidas,
destacándose el decir popular de: “Mari novios”. Es decir, primero probar y
luego pensar si el asunto puede ser en serio o no; debido a que eso de las
decisiones con juramentos de seriedad y lealtad; son principios difíciles de
cumplir, en la sociedad donde prevalece lo mediático; pensando solo en el
presente, obviando las posibilidades de un futuro de convivencia humana
fraterna, donde se pueda disfrutar de la llamada: “Civilización del Amor”.
Lo dicho alimenta la
información de que en la actualidad, eso de matrimonio, como que poco a poco
está pasando a la historia, por lo que el amor de pareja, sucumbe ante el
aumento de facilidades sexuales, sin compromiso alguno; más que el de
satisfacer las travesuras de los llamados órganos íntimos femeninos y
masculinos; haciendo que sean pecaminosos, en conformidad con las predicas
religiosas, que castigan cualquier acción humana, en tal sentido.
Es preferible decirlo así, a
la memoria de muchos corazones rotos, que buscando linda y perdurable relación
intimita de pareja por amor, se han encontrado con desilusiones de vida,
sufriendo con melancolía de amarga soledad, que ni los años de la vejez, pueden
curar.
La incidencia de pornográfica
cibernética, ejerce gran poder en el pensar de adolescentes y jóvenes, quienes
son presas fáciles, de este llamativo e innovador sistema de la Web; desvirtuando
la enseñanza ética y moral, de cómo deben ser las relaciones íntimas de
parejas, procurando formación integral humana y religiosa; con el objetivo de
que la idea de familia, sea siempre el punto número uno de la agenda de vida
personal.
Vivencias de interés
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