Foto externa |
La manifestación del Peregrino es un acto personal de
fe de un individuo que va buscando darle cumplimiento a una promesa, a título
personal, y quiero hacer énfasis en esto: a título personal.
Con una fe básica y animista, es decir, una fe que va
por los ánimos y por el conocimiento. En
la revolución se nos enseñó que la falta de conocimiento no te exime de
responsabilidades.
Estamos ante una fe que responde a buscar salida. Hay mucha gente que anda buscando sanación,
pero sin ningún compromiso.
2.- A mi humilde juicio, aquí se dan 2
manifestaciones:
Ira.- Estamos encerrados, por un buen rato y eso no ha
llevado a querer buscar salidas un tanto no correctas, podríamos decir en
nombre de la fe.
2da.- Evidentemente la falta plena de una catequesis
cristiana y una formación espiritual sólida en nuestra población. Ya que
sabemos que la fe entre por los oídos, se desarrolla en la práctica y se hace
vida en una comunidad.
3.- La desesperación de la población la llevó a buscar
una salida poco analizada.
Una periodista me preguntó que yo entendía que podría
surgir un milagro de esto y yo contesto lo siguiente: “Tu me preguntas que si
puede surgir un milagro. Yo te respondo,
claro que sí. El milagro que puede surgir
y que yo le pido al Dios de Jesús es que todas las personas que imprudentemente
participaron en esa manifestación no sean contagiadas.
Y que aún en medio de la desobediencia de un pueblo,
Dios nos ama con un amor eterno, porque es eterna su misericordia.
Tu y yo debemos ser obedientes y el mejor aporte que
podemos dar es quedándonos en casa.
Nosotros, usted y yo, somos peregrinos en esta tierra,
vamos peregrinando en búsqueda de un mundo más humano y más fraterno, donde
imperan la justicia y el amor.
Me despido, dando las gracias por la invitación a
prestada.
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