HECHOS QUE SON NOTICIAS: “EL MATRIMONIO ES SAGRADO”

Por P. Wilkin Castillo, San Juan de la Maguana

Estamos celebrando el Domingo Vigésimo Séptimo (XXVII) del Tiempo Ordinario y hoy quiero hacer una fusión entre el contenido de la primera lectura del libro del génesis y el Evangelio de San Marcos, para mostrar la importancia del matrimonio en la biblia. Lo primero que nos presenta el libro del génesis es lo siguiente: “No está bien que el hombre esté solo,” dijo Dios: “voy a hacerle alguien como él que le ayude.” Interesanteeste enfoque de la necesidad que tiene el hombre de una compañía semejante a él que le ayude.

En esta sociedad marcada por el machismo suena muy bien cuando Dios dice: “voy a hacerle alguien como él que le ayude.” La mujer es aquí valorada y puesta al lado del hombre con la misma dignidad, los mismos derechos y deberes que éste, no es un objeto, una doméstica, una esclava, una propiedad, es un ser reconocido por Dios y valorada la mujer en su justa medida.

Sigue el texto bíblico dándole fuerza a esta realidad: “Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera. Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase.

Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al hombre. El hombre dijo: “Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre.” Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.

El estribillo del salmo se adapta muy bien a la manera en que debe rezar una pareja de esposos que buscan crecer juntos y permanecer unidos: “Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.”

Por su parte el Evangelio se profundiza sobre la separación del matrimonio, ante la pregunta de los fariseos a Jesús: “¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?” Él les replicó: “¿Qué les ha mandado Moisés?” Contestaron: “Moisés Permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio.” Jesús les dijo: “Por su terquedad dejó escrito Moisés este precepto.” Es decir, que lo que ha obligado a la separación de un hombre y una mujer ha sido su terquedad, los malos entendidos, el mal proceder, ya que bíblicamente el querer de Dios es la unión entre el hombre y la mujer y mejor si es para siempre, para toda la vida.

Al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne.” Aquí el Evangelio hace referencia a lo que ya el libro del génesis nos ha mostrado y confirmado más arriba. Enfatizando que ya no son dos, sino una sola carne, vivir como uno solo. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.”

En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: “Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.”

Que Dios nos de la gracia y los medios para trabajar por matrimonios sanos, con apertura a Dios, matrimonios testigos de Cristo y de testimonio cristiano, ejemplo a seguir, comprometidos y con la responsabilidad de formar y hacer crecer su familia por los caminos del Señor trabajando sin cansancio.

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