tomar las medidas y pautas para frenar cualquier propagación de este virus en la República Dominicana.
No podemos olvidarnos de nuestros hermanos para satisfacer nuestros deseos, hay que hacer un alto y tomar decisiones valientes que vayan siempre en dirección al bien común.
La tarea de ser prudente nos es facil, hemos bajado la cabeza con toda la humildad posible delante de Dios, él es la fuente de la sabiduría misma, dejando a un lado todo el esfuerzo, sacrificio, trabajo que hasta el momento hemos realizado, el cual valoramos y agradecemos. Que Dios les pague en ciento por uno.
Un fuerte abrazo
César Curiel
Reflexionando la Palabra: https://youtu.be/YLxmyl7DEEk
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