Para que podamos recibir los bienes prometidos que,
ahora, en vigilante espera, esperamos alcanzar.
El Prefacio es la parte de la plegaria eucarística de
la Santa Misa, previa a la consagración, en la que el sacerdote, en nombre todo
el pueblo santo, glorifica a Dios Padre y le da las gracias por toda la obra de
la salvación o por algunos de sus aspectos particulares, según las variantes
del día, fiesta o tiempo litúrgico.
En el
actual Misal Romano hay cuatro Prefacios generales de Adviento. Los Prefacios 1
y 3 se rezan desde el primer domingo de Adviento hasta el 16 de diciembre, y
los Prefacios 2 y 4, del 17 al 24 de diciembre. La lectura y meditación de los
cuatro nos muestra espléndida y hermosamente la identidad del Adviento de sus
signos, símbolos, praxis y principales personajes como María, y siempre en
unidad íntima con la Navidad hacia donde se encaminan.
En seis bloques temáticos agrupamos ahora estos
Prefacios, algunos de los cuales podrían repetirse en su emplazamiento en razón
de la riqueza y hondura de su contenido:
(1).- MEMORIA DE PRIMERA VENIDA DEL SEÑOR:
“Quien al venir por vez primera
en la humildad de nuestra carne,
realizó el plan de redención trazado desde antiguo
y nos abrió el camino de la salvación”.
“A quien todos
los profetas anunciaron,
la Virgen esperó con inefable amor de Madre”
(2).- EL SEÑOR SIGUE VINIENDO A NOSOTROS:
“El mismo Señor que se nos mostrará entonces lleno de
gloria
viene ahora a nuestro encuentro
en cada hombre y en cada acontecimiento,
para que lo recibamos en la fe
y por el amor demos testimonio
de la espera dichosa de su reino”
(3).- ESPERA Y PREPACIÓN DE SU VENIDA
DEFINIVA
“Para que cuando venga de nuevo
en la majestad de su gloria,
podamos recibir los bienes prometidos
que, ahora, en vigilante espera, esperamos alcanzar”
“Tú nos has ocultado el día y la hora
en que Cristo, tu Hijo,
Señor y Juez de la historia,
aparecerá revestido de poder y de gloria,
sobre las nubes del cielo.
En aquel día terrible y glorioso
pasará la figura de este mundo
y nacerán los cielos nuevos y la tierra nueva”
(4).- ACTITUDES DE ADVIENTO
“Vigilante
espera”
“Prepararnos con alegría”
“Velando en oración y cantando su alabanza”
“Recibir al Señor en la fe, testimoniarlo en el amor
y esperar
confiados en su reino”
(5).- SANTA MARÍA LA VIRGEN, EL MODELO DE
ADVIENTO
“A quien todos
los profetas anunciaron,
la Virgen esperó con inefable amor de Madre,
Juan lo proclamó ya próximo
y señaló después entre los hombres”
“Porque, si del antiguo adversario nos vino la ruina,
en el seno virginal de la hija de Sión ha germinado
aquel que nos nutre con el pan de los ángeles,
y ha brotado para todo el género humano
la salvación y la paz.
La gracia que Eva nos arrebató
nos ha sido devuelta en María.
En ella, madre de todos hombres,
la maternidad, redimida del pecado y de la muerte,
se abre al don de una vida nueva.
Así donde creció el pecado,
se ha desbordado tu misericordia
en Cristo, nuestro Señor”.
(6).- LOS DONES QUE EL SEÑOR QUE VIENE
NOSTRAERÁ
“El pan de los ángeles”
“La salvación y la paz”
“La gracia recuperada”
“El don de la vida nueva”
“El desbordamiento de la misericordia”
No hay comentarios:
Publicar un comentario