Señor mío y Dios mio, gracias por esta nueva oportunidad para vivir, porque voy para adelante. En esta mañana recuerdo cuántas veces me sentí solo, triste, afligido, cuantas veces sentí que no estabas conmigo, y luego llegaste y lo cambiaste todo, tu presencia y tu amor me devolvieron la alegría y la esperanza, gracias, Sefior, porque fuiste Tú quien tomó la iniciativa, Tú fuiste el que me amó primero, era yo el que, enceguecido por la soberbia y el orgullo, no te dejaba entrar en mi vida, pero Tú decidiste tocar a mi puerta, tu Espiritu Santo me impulsó hacia Ti, y desde entonces mi vida se llenó de sentido, de gozo, por eso te alabo y te bendigo, porque Tú me elegiste, tomaste mi vida para que pudiera ver el mundo de otra manera, verlo a la manera tuya. hoy reconozco que valió y sigue valiendo la pena, Tú me entregaste más de lo que pedia, ma’s de lo que esperaba. Glorifico tu nombre. gracias por hacerme tu hijo. gracias por hacerme feliz.
AMÉN.
P. Alberto Linero Gómez✍
09/12/2018
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