Señor mío y, Dios mío, al levantarme quiero darte gracias por todas las bendiciones que desde ya experimento en mi vida. Cuanta gente no podrá levantarse hoy, cuántos no podrán ver a sus seres queridos, cuántos tienen tantas cargas, y yo a veces me quejo, pero no, yo hoy agradezco la fortuna de estar vivo y con todas las posibilidades de ser feliz, este es un milagro fantástico, el más hermoso que me has podido hacer hoy. Gracias por Ia posibilidad que tengo de vivir, de respirar, de luchar, aunque añore tener una vida mejor, aunque quiera tener más cosas, hoy te alabo y te bendigo, acepto esta vida que me has dado, con todo lo que en ella experimento; bendíceme y ayúdame a valorar lo que tengo y lo que soy, sin despreciar nada de lo que me rodea. Te pido de manera especial por aquellas personas que me ofenden y me desprecian, te pido que las bendigas y les abras los caminos para que |es vaya bien y de esa manera comprendan que quiero ser alguien libre y lleno de tu poder.
AMÉN.
P. Alberto Linero Gómez✍
07/12/2018
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