Papa Francisco |
“Oh María, tú resplandeces siempre en
nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti,
Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús,
manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación de todos los
pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para
que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de
este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino
Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús,
quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores
para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.
Bajo tu protección buscamos
refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la
prueba y libéranos de todo pecado, o Virgen gloriosa y bendita”.
Hechos que son Noticias
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