31/08/2024

“MANOS IMPURAS, CORAZÓN LIMPIO”

 Por P. Wilkin Castillo, San Juan de la Maguana

El tiempo litúrgico es dinámico, variado y trae consigo su novedad creativa, como lo es la vida cristiana que se va tejiendo poco a poco y va creciendo según el número de experiencias fundantes y que marcan ese proceso misterioso y místico a la vez en un tiempo determinado y en una historia personal concreta. Tenemos en este mes una doble oportunidad, primer, hacer la entronización de la Santa Biblia, como palabra de vida eterna y celebrar la fiesta a nuestra Patrona la Virgen de La Mercedes.

Apreciamos en el Evangelio que: “En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos letrados de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos.” Que tristeza cuando ponemos nuestra mirada en realidades secundarias y nos detenemos en cosas vanas, superflua y ponemos a un lado aquellas cosas primarias, importantes y no le damos el valor que realmente tienen.

 Es el caso de este grupo de fariseo y letrados al ver a los discípulos de Jesús comer sin lavarse las manos. “Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.”

Hay veces que por aferrarnos a tradiciones y costumbres populares matamos el espíritu evangélico y menguamos con mucho nuestras vivencias cristianas que sí deben ser sagradas y respetadas. Acuño un dicho popular muy conocido por nosotros que dice: “La fiebre no está en la sabana”

 Según eso, los fariseos y los letrados preguntaron a Jesús: “¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?”  Él les contestó: Bien profetizó Isaías de ustedes, hipócritas, como está escrito: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.”

El problema y la debilidad no está en lavarse las manos, purificando así el exterior, sino en cuidar, purificar nuestro interior y nuestro corazón con acciones exteriores puntuales, reales y sinceras. Les dijo Jesús. “El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos.” Dejan a un lado el mandamiento de Dios para aferrarse a la tradición de los hombres.”

Por eso le tira en cara Jesús que el culto que ellos les ofrecen está vacío, ya que en esa misma medida está vacío su corazón y si por alguna razón hay algo lleno es de podredumbre, maldad, engaño e hipocresía.

En otra ocasión llamó Jesús a la gente y les dijo: “Escuchen y entiendan todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre.” Es decir,que para Dios es más agradable y para nosotros más provechoso y sano comer nuestros alimentos con las manos sucias y nos manchar a otro hermano por lo que digo de él, quitándole su fama y atentando contra su dignidad de hijo de Dios.

 Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.  

XXI Domingo.  Tiempo Ordinario. Ciclo B

XX Domingo.  Tiempo Ordinario. Ciclo B

XIX Domingo.  Tiempo Ordinario. Ciclo B

Lecturas      Homilías     Moniciones

Anote este número. 829 694 1948 y este correo-e: aire96fm@gmail.com y escríbanos para mantenerse informado de las novedades y actualizaciones de esta página  ¿Le gustaría recibir nuestro boletín semanal por correo electrónico? Suscríbete entrando aquí. Queremos orar contigo, llena el siguiente formulario y estaremos orando por ti y tus necesidades. Dios es quien hace la obra, nosotros te acompañamos clamando por ti: AQUÍ.



No hay comentarios:

Publicar un comentario