HECHOS QUE SON NOTICIAS: SANTOS PAPAS, PADRES DOCTORES DE LA IGLESIA. ¡CONOCELOS!

Padre Manuel Antonio García Salcedo. Arquidiócesis de Santo Domingo

El perenne doctorado de San Teresa de Jesús

Debo a Santa Teresa de Jesus mi decisión de entrar al seminario prefilosofado, poder completar el ciclo anual allí en Yamasa. SalvoA mi vida y de varios en un accidente en Bonao en el año 2000, y a ella recurro en esta hora.

El pasado 15 de octubre la celebramos. Virgen y Doctora Santa Teresa de Jesús, la Grande. Los Antecedentes para la presentación de su magisterio desde la cátedra de Pedro fueron:

1. Beatificada de Teresa en 1614 por Pablo V.

2. Incluida entre las santos por Gregorio XV, el 12 de marzo de 1622.

3. Designada (1627) patrona de España por Urbano VIII, después que en 1626 nombrada por las Cortes de Castilla copatrona de los Reinos de España, acuerdo que los partidarios de Santiago Apóstol lograron revocar.

4. La carta al General de los Carmelitas del Papa San Pío X, en 1910, inserta la capacidad de síntesis doctrinal de Teresa de Jesús en un reglón magisterial que sirve de referencia para conocer como cuerpo de doctrina la enseñanza de los Padres y Doctores de la Iglesia. Este gesto sin precedentes dará pie a la iniciativa de otro papa que retomara el asunto varias décadas después.

5. Pío XI dejaba la decisión de su proclamación como doctora a su sucesor, por el obstáculo del «obstat sexus».

6. El 27 de septiembre de l970, Pablo VI la declaró Doctora como reconocimiento oficial de un magisterio que desde siempre ha ejercido con sus escritos… confirmación solemne de la especial gracia que el Espíritu Santo derramó sobre ella para edificación de la Iglesia.

San Pablo VI con la Carta Apostólica Multiformis Sapientia cataloga la doctrina teresiana de

1. Eficiencia total

2. Autoridad perenne

3. Profundo sentido de la realidad

4. Comprensión íntima del misterio del Dios vivo y de la Iglesia de Cristo.

Las consecuencias del magisterio espiritual de Sta. Teresa de Jesús para todos:

 Necesidad perenne de la formación por la lectora voraz y fomento de la vida espiritual.

 Enamorados de Dios e hijos de la Iglesia.

 No solo para teólogos de oficio. La dimensión espiritual de la Iglesia es para todos.

 La universal conveniencia del elemento de la experiencia como necesario para la

Gracia.

 Una doctrina como medio apto para aquellos que no comulgaban en su época con la fe católica.

 Sin experiencia no hay conocimiento de Dios.

Dirá Miguel de Unamuno… Es lo que ha conseguido de Santa Teresa para todos los fieles: la intimidad perfecta con Dios.

El lunes 1º de noviembre de 1982, Solemnidad de todos los Santos, San Juan Pablo II visitó Ávila y Alba de Tormes para la clausura del IV Centenario de la muerte de santa Teresa de Jesús con una Eucaristía concelebrada con todos los Obispos de España ante las murallas de Ávila, en la Puerta del Carmen.

Su Homilía sobre Santa Teresa de Jesús la define como hija singularmente amada de la Sabiduría Divina. Pero fue la alocución como una evocación y una plegaria ante el sepulcro de la mística doctora de la Iglesia que marca las coordenadas Teresianas:

-La amistad con Cristo para los obispos, sacerdotes, religiosos, y seglares cristianos.

-Camino universal de santidad: Doctrina como parámetro para la oración y la caridad… La oración como la vida cristiana, no consiste “en pensar mucho, sino en amar mucho” y “todos son hábiles de su natural para amar”.

-La eclesiología encuentra en la vida y obra de Teresa desde su amor por Cristo, el sentido del ser de la Iglesia: la salvación de los hombres, por ello la división de los cristianos es totalmente contraria al designio de Dios.

-La Iglesia, Esposa de Cristo como Iglesia universal, y en que cada una de las Iglesias particulares ha de redescubrir su vocación de santuario de oración.

-El misterio de la Santísima Trinidad, el misterio de Jesucristo permite descubrir el valor del hombre, su dignidad y su vocación de infinito… Sustrato Trinitario, cristológico, y por ende, antropológico: La humildad que da acceso a Cristo, a su Cuerpo místico, que es la Iglesia, y al inmenso valor del hombre amado por Dios y destinado a la felicidad.

Jesucristo, Hijo de la Virgen, sufriente por su pasión, y resucitado, vivo y presente, sobrepasando los límites de espacio y lugar, porque es a la vez Dios y hombre eucarístico.

La oración para Teresa es un encuentro personal con Jesucristo, no con la nada y con concepciones meramente intelectuales. Ella lleva a un profundo examen a la Iglesia misma acerca de quién es Jesucristo para cada cristiano, que significa el encuentro con El y compromiso que debe ser fruto de este encuentro.

La eclesiología teresiana refleja la nota necesaria de la unidad apostólica a semejanza de la comunión trinitaria, vocación de todo hombre, y denuncia que los maestros de su época disimulan a veces la verdad y los pastores no vigilaban el rebaño. También aboga por una puesta al día de toda la Iglesia, por lo que deseaba que sus monjas estuviesen al corriente de todas las situaciones vividas por la Iglesia.

La gran lucha teológica universal para ella es la guerra santa sin violencia, que consiste en trabajar más que todos en humildad. La Iglesia tiene extensión evangelizadora de verdadera comunión con Dios en paz y libertad por medio a un amplio cultivo de virtudes humanas de verdad, justicia, fortaleza, afabilidad, simpatía y agradecimiento.

-Camino ecuménico: puente de diálogo con los tesoros de espiritualidad de otras culturas religiosas. Su doctrina no disocia el honor de las mujeres cristianas, con su inserción en la cultura universal, sino que las realza. Ella misma se identificaba con las mujeres redimidas en la Escritura. Muestra de ello fue al trato epistolar con el Papa San Pío V, a quien le expresa el amor, la oración y la conciencia de la necesidad de la expansión misionera de la Iglesia católica, en la que Roma, centro de la catolicidad, y la misma Iglesia necesita ser permeada por un constante movimiento de renovación.

En una hora en que se pide una renovación de todas las familias religiosas, Teresa aporta el perpetuar lo esencial en esta vida que es la amistad con Cristo, el servicio a la Iglesia, promotora de los valores patrios de la nación donde se encuentra y a la vez mensajera universal de Cristo, con una palabra universal de experiencia de Dios. En Teresa se sostiene y rescata lo que es la cultura religiosa de la humanidad, especialmente en la literatura universal.

La doctrina social de la Iglesia encuentra soporte en la doctrina teresiana en el tema del respeto y la honra de la morada de Dios, que es el hombre, su imagen y semejanza, de manera especial en los pobres, los desvalidos, a los marginados, a los oprimidos, los ancianos y los enfermos, objeto de sus cuidados hasta el fin de sus días.

Los principios y valores que conducen la doctrina teresiana son los ideales de justicia que deben cultivarse en una fraterna comunión de bienes, porque todos los bienes son de Dios y Él los reparte a algunos como administradores suyos, para que los compartan con los pobres. Relaciona en perfecta armonía el mundo exterior que conserve la huella del Creador que ha de compaginarse con el entendimiento, la armonía, la hermandad y la solidaridad, para construir un mundo en paz, sin guerras fratricidas.

Benedicto XVI en la Catequesis Audiencia General, 2 de febrero del 2011, día de la candelaria. Jornada de la vida congregada nos presenta los fundamentos teológicos en Sta. Teresa: Madre espiritual, maternidad fecunda, alimentada con los Padres de la Iglesia, especialmente San Jerónimo, San Agustín, San Gregorio Magno. Misión particular en la historia: iluminación de los fieles de todo el mundo, que les confiere un rango especial en la liturgia, con Misa y Oficio propios para la vida espiritual en la Iglesia, junto a su condición de inculta y espontánea en lo trinitario, cristológico, antropológico y eclesial.

Sus cuatro pilares literarios complementan los Santos Evangelios y las Constituciones del Concilio Ecumenico Vaticano II.

(1) Libro de la vida o Libro de las misericordias del Señor 1565.

(2) Camino de perfección. 1566.

(3) Castillo interior. 1577.

(4) Libro de las fundaciones.entre 1573 y 1582.

Doctora Eucarístico por un vivo «sensus Ecclesiae»: La intención de servir y defender mejor a la «Santa Iglesia Católica Romana», y está dispuesta a dar la vida por ella (cf. Vida 33, 5). La plenitud de Cristo Eucaristía, que el cristiano revive es la inhabitación de la Trinidad, o unión con Cristo a través del misterio de su humanidad.

Sus fundaciones van en consonancia con el Vía Crucis y el Via Lucis: Encarnación – Medina del campo – Malagón – Valladolid – Toledo – Pastrana Salamanca – Alba de Tormes – Segovia – Beas de segura – Sevilla – Caravaca de la cruz- Villanueva de la jara – Palencia – Soria – Granada – Burgos

Una de las síntesis más completas, a la manera de Santo Tomas de Aquino, es la de Sta. Teresa de Jesús para los ignorantes, los alejados, y para los doctos.

1. Virtudes evangélicas, especialmente la pobreza evangélica.

2. La vida comunitaria y social, permeada por la humildad

3. Una pedagogía de la oración como verdadera «mistagogia» para alcanzar la unión de amor con Cristo y con la santísima Trinidad.

El Papa Francisco, sábado 28 de marzo, en el 500 aniversario del natalicio de Santa Teresa de Jesús dirige al Rvdmo. P. Saverio Cannistrà, Prepósito general de la Orden de los Hermanos Descalzos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo esta carta para recalcar que:

Santa Teresa sabía que ni la oración ni la misión se podían sostener sin una auténtica vida comunitaria. Por eso, el cimiento que puso en sus monasterios fue la fraternidad: “Aquí todas se han de amar, todas se han de querer, todas se han de ayudar” (Camino 4,7). Y tuvo mucho interés en avisar a sus religiosas sobre el peligro de la autorreferencialidad en la vida fraterna, que consiste “todo o gran parte en perder cuidado de nosotros mismos y de nuestro regalo” (Camino 12,2) y poner cuanto somos al servicio de los demás. Para evitar este riesgo, la Santa de Ávila encarece a sus hermanas, sobre todo, la virtud de la humildad, que no es apocamiento exterior ni encogimiento interior del alma, sino conocer cada uno lo que puede y lo que Dios puede en él (cf. Relaciones 28). Lo contrario es lo que ella llama la “negra honra” (Vida 31,23), fuente de chismes, de celos y de críticas, que dañan seriamente la relación con los otros. La humildad teresiana está hecha de aceptación de sí mismo, de conciencia de la propia dignidad, de audacia misionera, de agradecimiento y de abandono en Dios.

BIBLIOGRAFÍA:

CORTÉS, A., Santa Teresa y su época, Historia 16, D.L., Madrid, 1985.

GARCÍA, S. R., Congreso Internacional Teresiano-Sanjuanista (19): La recepción de los místicos Teresa de Jesús y Juan de la Cruz: 20-26 de septiembre de 1996, Universidad Pontificia Salamanca: Centro Internacional, Ávila, Teresiano-Sanjuanista, 1997.

Textos del magisterio pontificio: www.vatican.va

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