Padre Manuel Antonio García Salcedo PhD. Arquidiócesis de Santo Domingo*
La oración Padre Nuestro que estás en el cielo va dirigida al Dios de la fe esperanza y caridad. Ese que describe la I Carta a los Corintios 13, del 1 al 13: aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad soy como bronce que suena o símbolo que retiñe, aunque tuviera el don de profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad nada soy, aunque repartiera todos mis bienes y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad nada me aprovecha. La caridad es paciente. es servicial. La caridad no es envidiosa, graciosa, no sé engríe, es decorosa, no busca su interés, no se irrita, no toma en cuenta el mal, no se alegra de la injusticia, se alegra con la verdad.
Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. La caridad no acaba nunca. Desaparecerán las profecías, cesarán las lenguas, desaparecerá la ciencia, porque parcial en nuestra ciencia, y parcial nuestra profecía, cuando vendrá lo perfecto desaparecerá lo parcial. Cuando yo era niño hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Al hacerme hombre dejé todas las cosas de niño. Ahora vemos en un espejo en enigma, entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré como soy conocido ahora. Subsisten la fe, la esperanza y la caridad. Estas tres, pero la mayor de todas ellas es la caridad. Citado de la Biblia De Jerusalén,
Vemos la necesidad de una renovación del bautismo por medio a una espiritualidad elemental, básica y común a todo cristiano y persona de buena voluntad.
La fe en Dios amor está expresada en el amor hasta el extremo de Jesucristo, el Verbo Encarnado y la esperanza por el Espíritu Santo que no defrauda, tal como nos indica el Documento de Aparecida, V de la Conferencia Episcopal Latinoamericano y del Caribe N. 494: La Buena Noticia del amor de Dios es el mensaje a comunicar… experiencia de fe y esperanza que brota de la comunión con el Padre y el Hijo en el Espíritu Santo, desde el ver en la belleza de la naturaleza las señales del misterio del amor y de la bondad de Dios.
También nos dicen el número 125 del Documento Conclusivo de Aparecida: también la creación es manifestación del amor providente de Dios que nos ha sido entregada para que la cuidemos y la transformemos en fuente de vida digna para todos.
El mensaje a recibir es: La creación de tu persona corresponde a un propósito… tu vida está predestinada para la comunión con el Dios que se ha hecho presente en Jesucristo hasta el final de los tiempos. Retomamos el Documento de Aparecida en el 388: existes pura y simplemente por el amor de Dios que te creó, y por amor Dios te conserva en cada instante.
Eres su creación… su imagen y semejanza… eres un acontecimiento divino de vida y su fuente es el amor fiel del Señor. El maltrato, el no comunicar afecto, el falso sentido de felicidad a partir del prestigio, de las posesiones y el aparentar prosperidad son los obstáculos al amor de Dios.
El padre de nuestro Señor Jesucristo quiere entablar contigo una relación que destierre de tu mente y de tu corazón la imagen de un Dios inexistente… que se borre la imagen de un Dios ausente…. que desaparezca la imagen de un Dios desenfadado de todo lo que te acontece…
La imagen errada de un Dios vengativo, un Dios sádico o un Dios tirano implica que tuviste una relación no sana con tus familiares, amigos, compañeros de estudio, de trabajo, vecinos y con cada instancia social y eclesial que te ha tocado frecuentar. También la lejanía de los mandamientos de la ley de Dios acrecienta lo salvaje, lo belicoso, de toda persona. El sin sentido de esta existencia forja en cada persona y en cada grupo social una imagen de un Dios incomprensible.
El resultado de todo lo que hemos dicho de estas imágenes falsas de Dios es una vida hueca fuera de proporción y con unas expectativas inviables.
La fe en Dios amor es la nota que se destaca en la apertura de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. El Papa, de feliz memoria, Benedicto XVI anunció allí la necesidad de una relación con Jesucristo, nuestro único Señor y Salvador, que nos ha revelado la experiencia única del amor infinito de Dios Padre a todos los hombres. Esta es la tarea de la Iglesia, que requiere de una profundización, desde una perspectiva del Bautismo, llamada mistagógica.
La Buena Noticia del Bautismo se acrecienta con el contacto con el amor misericordioso del Padre revelado en Jesucristo Salvador, que nos invita a su Reino, consecución de la dignidad, la vocación y el destino de toda persona humana.
La fe debe acompañar la vivencia del amor de Dios en Jesucristo. Fe que hace posible la liberación que abarca tus temores, inquietudes, preguntas interiores, para encontrar respuesta a esas voces, erradicar esos fantasmas del pasado en tu mente que te han hecho creer que no eres nada. Esos deseos de venganza pueden cesar.
No podemos huir del amor de Dios. Más allá del cielo, más allá del mar, ahí te encontrarás con el obstinado amor de Dios. Tú has sido diseñado para vivir por la fe en Jesucristo, el hijo de Dios, que te amó y se entregó por ti hasta la muerte para vivir en ti como nos dice Gálatas 2, 20… y la vida que vivo al presente, la vivo por aquel que me amó y se entregó por mí.
¿has fallado? Jesús te puede perdonar. ¿has sucumbido? Jesús te puede levantar. ¿piensas que todo se ha terminado y nada tiene sentido? Jesús te ofrece un nuevo comienzo y un propósito de vida de acuerdo a su voluntad…. porque su amor es inmenso…. porque su amor es perfecto…. porque Jesús nunca falla. Amor que es imposible comprenderlo del todo. Amor irrepetible, amor insustituible y así te valora.
Pide al Señor que te libere de tus enemigos, que ponga a prueba todas tus intenciones y acciones, que purifique tus pensamientos, para que seas capaz de recibir su amor clemente y solidario. Ahora reconoce la presencia del misterio de Dios y de su amor en tu vida, lo único que verdaderamente salva y libera.
El Documento de Aparecida en el 405 nos dice: La expresión de su amor, como lo declaran las Sagradas Escrituras recibidas en la Iglesia Católica a la luz de la Tradición y el Magisterio de la misma Iglesia, es amor de Alianza, fiel, firme.
Como narra la vida de Abrahán, la liberación del Pueblo de Dios de la esclavitud de Egipto, su caminata a través del desierto con la guía de Moisés, la superación de las catástrofes que ha sufrido la familia, nación elegida de Dios, su amor en la reconstrucción del Pueblo de Dios, Nueva Alianza, y el envío definitivo del Hijo de Dios salvar a este, son la prueba fehaciente del amor de Dios. IDENTIDAD CATOLICA.
*Doctor en Teología Católica
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