Por P. Wilkin Castillo, San Juan de la Maguana
Nos vamos adentrando poco a poco, pero con pasos firmes y decididos en este tiempo de cuaresma y con ella vamos asumiendo todo lo que conlleva este tiempo hermoso, ya estamos en III Domingo y Dios continua el curso de la historia y en esa historia Él va entretejiendo un proceso bonito con cada uno de nosotros, en donde él se revela como Padre y nosotros nos reconocemos hijos.
“En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían.” Aquí se trae al presente aquel acontecimiento cruel donde Pilato había matado a un grupo de galileos mientras estos ofrecían sacrificios. Es bueno recordar que Pilato era un gobernador romano de Judea, conocido por su brutalidad y represión.”
Jesús les contestó: “¿Piensan que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Les digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán lo mismo.” La enseñanza principal de Jesús aquí es que todos debemos arrepentirnos y cambiar de vidas, ya que la muerte puede llegar de manera inesperada y no necesariamente como resultado directo del pecado personal.
Jesús utiliza este incidente para enseñar una lección importante. En lugar de centrarse en la tragedia específica, Jesús pregunta si estos galileos eran más pecadores que otros galileos por haber sufrido de esa manera.
“Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les digo que no. Y si no se convierten, todos perecerán de la misma manera.”
Y les dijo esta parábola: “Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.
Dijo entonces al viñador: “Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?” Pero el viñador contestó: “Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas”.
Las oportunidades de cambio que Dios nos ofrece cada día son para que recapacitemos y volvamos a él, no desperdiciemos este Kairós de Dios en nuestras vidas, antes de distraernos viendo las faltas de los hermanos centrémonos en nosotros mismo y descubramos nuestras debilidades y vamos a presentárselas con sinceridad a Dios y solo así él podrá convertirlas en fortalezas.
Otros temas del padre Wilkin
II Domingo. Tiempo Cuaresma. Ciclo c
I Domingo. Tiempo Cuaresms. Ciclo c
VIII Domingo. Tiempo Ordinario. Ciclo C
VII Domingo. Tiempo Ordinario. Ciclo C
Anote este número. 829 694 1948 y este correo-e: aire96fm@gmail.com y escríbanos para mantenerse informado de las novedades y actualizaciones de esta página ¿Le gustaría recibir nuestro boletín semanal por correo electrónico? Suscríbete entrando aquí. Queremos orar contigo, llena el siguiente formulario y estaremos orando por ti y tus necesidades. Dios es quien hace la obra, nosotros te acompañamos clamando por ti: AQUÍ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario