P. Luis Alberto De León Alcántara Email: albertodeleon_011@hotmail.com

Sabemos que ningún proyecto humano se logra sin haber necesitado la ayuda del otro; de una forma directa o indirecta, los demás influyen en nuestras decisiones. Ya lo dice la frase: “La unión hace la fuerza”. La familia, la sociedad y el mundo, avanzan cuando el interés particular coincide con el bien comunitario. Cuando nuestros sueños y anhelos por una sociedad más justa, no se quedan en meras palabras y pensamientos abstractos. Cuando es capaz de escala en nuestra conciencia, pasando a las generaciones próximas, como un ejemplo de vida sólido, digno de imitar, para que no exista luego excusa alguna para decir que no hubo testimonio que sirviera de modelo que los inspirara a luchar…
El militar y ex-emperador de los franceses, Napoleón Bonaparte, al parecer no creía en lo comunitario, pues decía: “divide y vencerás”. Es como si se dijera: “se egoísta, que muchos beneficios obtendrás”. Es un criterio que parte de un “yo”, que no pretende jamás dar el salto a lo comunitario; espacio que todos por vivir en el mismo mundo necesitamos. Con el egoísmo, permitimos que la oportunidad de entrar en comunicación con otros, quede anulada por una satisfacción personal sin horizonte. Pues, al individuo sentirse cómodo, tranquilo y seguro dentro de su propio círculo vicioso, la necesidad de buscar a los demás, le resulta inútil.
El egoísmo no puede sobrevivir en un mundo, donde todos tenemos que convivir juntos. El deseo de uno, no puede pasar los límites de los demás, porque el otro también busca ser feliz, realizarse como persona. Es decir, el egoísmo tendrá su espacio, cuando existan suficientes planetas para que cada egoísta, elija uno para vivir. Pero esto es una utopía, porque el egoísmo pretende tenerlo todo, acosta de otros, no tiene consistencia propia, aprendió a pasar por uno de tantos, sin aportar nada a favor de la convivencia humana. Es un mal social que destruye lo que somos, sin dejar que nuestra verdadera esencia se perpetúe en el mundo…
Sin darnos cuenta, el mundo se está fraccionado cada vez más. Las personas en su diario vivir, se cubren en sus propias armaduras. Piensan que todo está perfecto, porque ellos se encuentran protegidos…La causa de todo esto, tiene su origen en el pensamiento del filósofo francés René Descartes, cuando dijo cierta vez: “Cogito ego sum”. Es decir, pienso y luego existo. Lo comunitario se mide en función a lo que se piensa de forma individual, dando paso con ello, al subjetivismo y al relativismo; males que envilecen a todos los que se dejan arrastrar.
Hay que hacerse consciente del estilo de vida que vamos asumiendo. Podemos ser egoístas, y creer que no lo somos; tener un falso sentido comunitario, hacer muchos favores y brindar una imagen solidaria, y en lo más profundo de nuestro ser, no tener nada de lo prometido. Por consiguiente, preguntarse constantemente sobre mis actitudes ante las realidades de la sociedad, es fundamental para ir eliminando cualquier mal hábito individualista que pueda adherirse. Entonces, ¿eres egoísta o comunitario?
Otros temas del P. Luis Alberto


Anote este número. 829 694 1948 y este correo-e: aire96fm@gmail.com y escríbanos para mantenerse informado de las novedades y actualizaciones de esta página ¿Le gustaría recibir nuestro boletín semanal por correo electrónico? Suscríbete entrando aquí. Queremos orar contigo, llena el siguiente formulario y estaremos orando por ti y tus necesidades. Dios es quien hace la obra, nosotros te acompañamos clamando por ti: AQUÍ.
Para escuchar AIRE96FM
No hay comentarios:
Publicar un comentario