Señor mío y Dios mío, hoy al terminar este día quiero suplicarte que me ayudes a reponer todas las fuerzas que gasté en él. Sabes que estoy luchando por dar lo mejor de mí, no me considero flojo ni vago, tampoco espero que las cosas se resuelvan por sí solas. Yo soy una persona luchadora, deseo seguir trabajando en fortalecer mi ser. Sabes que trato de decidir de manera inteligente, lucho por ser leal y coherente con mis decisiones. Pero también sabes en qué soy débil y qué me cuesta sostener en mi vida. Dame tu fuerza, tu poder, tu amor para hacer las cosas bien y poder amar a las personas de manera decidida. Gracias por pasar tu mano sanadora y cerrar todas las heridas que distintas situaciones me ocasionaron. Confío plenamente en tu poder sanador y estoy seguro que mañana estaré mucho mejor para seguir adelante realizando todos los proyectos que tengo. Duermo en paz sabiendo que estas bendiciéndome en cada momento. Bendice a los que me piden oración y necesitan de tu ayuda. Amén.
ALBERTO LINERO GÓMEZ✍
27/11/2018
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