Pascual Ramos
Con lo afirmado, la amistad resplandece, haciendo que de nuevo se habrá la flor de la vida; para romper todo odio y rencor, para que se le pueda abrir la puerta a la felicidad; porque es la manera civilizada, de demostración incondicional de amor, que apoya toda acción, dirigida a ser realidad lo de la idea del: “Bien común”.
Es la expresión sincera, resultante de lo confesado, que surge de la intimidad del corazón, colmando de bendiciones, lo que a cada ser humano regaló y sigue regalando, el Supremo Creador; que es disfrutar sin violentar, todo cuanto existe en la madre tierra. Siendo únicos, en este único planeta, con vida propia; bautizado por el Papa Francisco en la encíclica «Laudato si'», como: “Nuestra casa común”.
En este sentido, la invitación se hace extensiva, para quienes son del pensar, que hay que ser personas portadoras/promotoras de buenas noticias; para que resurja el ejemplo profético de los reyes magos, protagonistas bíblicos del anuncio, que evidencia la llegada de liberación y salvación de la población, heredera por excelencia, del reino de justicia y de amor.
Es cuando entonces nace la esperanza, de encontrarse con el recién llegado, portador de misericordia, paz y amor; regado incondicional, del “Supremo Creador”. Es la inigualable fragancia de la gloria de “Dios Padre”, que perfuma la raza humana, con ungüento que sana, iniquidades mundanas, mostrando el camino de liberación.
Otra de las conceptualizaciones que cobra vida en este tiempo de fin de año, es la nochebuena. Según lo que se explica en http://conceptodefinicion.de/nochebuena/ : “…es un día muy especial para la familia cristiana, el espíritu recibido durante todo ese mes y en especial el 24 de Diciembre es una muestra de que el ser humano y sus culturas son únicas, reveladoras y místicas”.
Lo que indica esto es, que se deben aprovechar estos días, para fortalecer la unidad del primer núcleo social; como única fuente primaria multiplicadora de la raza humana, donde debe triunfar la vida sobre la muerte; tributándole así, la merecida honra, a los valores que identifican la práctica del humanismo cristiano, fundamentado en la fe incondicional, al Supremo Creador.
El acontecimiento de fin de año demuestra, el gozo de estarlo logrando, protagonizando una nueva historia; partiendo de la esperanza de poder triunfar en el 2019, amparado en la idea, de que juntos se puede construir a un futuro de progreso y prosperidad; que haga brillar el bienestar individual y colectivo, en este llamado mundo global, que recomienda apropiarse de los conocimientos científicos, que caracterizan el accionar de las rápidas transformaciones, que experimentan los recursos tecnológicos y de las telecomunicaciones.
Que el reencuentro refuerce el respeto, la auto protección y conservación de los valores humanos y espirituales, que pueden blindar las buenas costumbres y tradiciones culturales del núcleo familiar; asegurándole de las asechanzas, de los llamados desajustados sociales.
Es importante la celebración navideña de Nochebuena, porque ella incide en la unidad de la familia; lo que es de esperar, que esta nueva oportunidad que brinda la vida, sea bien aprovechada, en el sentido de fortalecer los lazos de amistad, donde triunfe la solidaridad y el amor materno. De hogar. Esto multiplica la unión familiar, reproduciéndose en bien común social.
Tomado de: lainformacion.com.do
"No teman, porque vengo a comunicarles una buena nueva
que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy ha nacido para
ustedes en la ciudad de David un salvador que es cristo el Señor"
NAVIDAD 2018-2019
(25 de diciembre
2018-13 de enero de 2019)
¡Feliz y cristiana
Navidad y bendecido Año Nuevo 2019!
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