Señor mío y Dios mío, hoy me levanto con la certeza de encontrarme con las bendiciones que vas a derramar en mi vida y la satisfacción de renovarme en tu presencia, mi Señor. Deseo que Tú seas la luz en medio de la oscuridad, te invito a ser el director de mi vida y la guía en medio de las penumbras y los abismos que me toque vivir. Que en esta mañana no haya temor en mi vida, porque Tú dices “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad” (Juan 8, 12). Por eso estoy dispuesto siempre a llevarte a mi presencia. Señor, Tú conoces la realidad que está viviendo cada hermano; Tú conoces la oscuridad que está padeciendo; Tú conoces las vendas que no les dejan apreciar cada una de las bendiciones que nos regalas al despertar, por eso suplico que seas luz en sus vidas.
Amén.
Por Alberto Linero Gómez✍
Fiesta Bautismo del Señor
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