Pascual Ramos
Se violentan las ideas y se perturba el
pensamiento del poeta, abandonado a su suerte en medio de las enredaderas de
las crueldades de una sociedad, que parece estar atrapada en las infernales
garras del crimen organizado, que no da tregua, ganando terreno privado y
gubernamental, aprovechando la oportunidad que brinda la impunidad, con la
gracia política de que se dictamine, un no a lugar.
El hedor a inseguridad ciudadana, inunda de iniquidades
humanas, el contaminado ambiente, por resabios que revelan las insatisfacciones
de los que por sus malas acciones, manchan con tintas negras, el mágico
resurgir del arcoíris primaveral, mostrando las heridas mortales, propinadas
con intenciones macabras, a la madre naturaleza, que gime de dolor,
notificándose la problemática, en el aumento del calentamiento global.
La noticia informa sobre el veneno nauseabundo, que se vierte
de manera indiscriminada, por los enemigos de la biodiversidad, en los ríos y
los lagos, que desaparecen de la geografía mundial; ante la mirada indiferente,
de autoridades que se dejan influenciar, por los engendros del mal,
atemorizando con sus actuaciones mediáticas, a la población que aún no pierde
la esperanza, de lograr un futuro mejor.
El escritor de los versos atormentados, por las largas loches
de sueños prohibidos, logra con amargura, incluir el epíteto crucial, en el
laberinto de callejones sin salida, que trillan los ciudadanos y ciudadanas de
la llamada Era Digital, que rompe meta mensajes, de metáforas que deambulan a
la rapidez de informaciones cibernéticas, con categoría de universalidad.
Se presume, que la argumentación del texto, que podría
convertirse en canción desesperada; se entiende partiendo del conocimiento
literario, que trata de explicar lo objetivo y subjetivo del tiempo,
donde las ideas se cuelan vía mapas conceptuales, originando temas con
lineamientos que favorecen, el morbo de los causantes de la criminalidad, que
viven ocasionando daños físico y moral, al convivir de las personas, en sus
acciones colectivas e individual.
En el vuelo de las palabras, con el inconveniente de
inseguridad ciudadana y los aleteos políticos, de dirigentes embriagados de
poder, alimentando su ego personal, producto de la compra y venta de
conciencia, con los aliados bisagras; violentan el pensamiento del poeta, quien
hace tiempo sufre de pesadillas traviesas, redactando estrofas inconclusas, en
medio de unos versos, entendiendo “La mil y una noche”, en la
entraña de la sociedad global, permeada por la criminalidad; que desafía con
poderes amparados en el narcotráfico y el lavado o blanqueado de dinero, a los
gobiernos y jefes de estados.
Fuente: La
Información
V Domingo. Tiempo Ordinario Ciclo C
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El hedor a inseguridad ciudadana, inunda de iniquidades humanas, el contaminado ambiente, por resabios que revelan las insatisfacciones de los que por sus malas acciones, manchan con tintas negras, el mágico resurgir del arcoíris primaveral, mostrando las heridas mortales, propinadas con intenciones macabras, a la madre naturaleza, que gime de dolor, notificándose la problemática, en el aumento del calentamiento global.
La noticia informa sobre el veneno nauseabundo, que se vierte de manera indiscriminada, por los enemigos de la biodiversidad, en los ríos y los lagos, que desaparecen de la geografía mundial; ante la mirada indiferente, de autoridades que se dejan influenciar, por los engendros del mal, atemorizando con sus actuaciones mediáticas, a la población que aún no pierde la esperanza, de lograr un futuro mejor.
El escritor de los versos atormentados, por las largas loches de sueños prohibidos, logra con amargura, incluir el epíteto crucial, en el laberinto de callejones sin salida, que trillan los ciudadanos y ciudadanas de la llamada Era Digital, que rompe meta mensajes, de metáforas que deambulan a la rapidez de informaciones cibernéticas, con categoría de universalidad.
Se presume, que la argumentación del texto, que podría convertirse en canción desesperada; se entiende partiendo del conocimiento literario, que trata de explicar lo objetivo y subjetivo del tiempo, donde las ideas se cuelan vía mapas conceptuales, originando temas con lineamientos que favorecen, el morbo de los causantes de la criminalidad, que viven ocasionando daños físico y moral, al convivir de las personas, en sus acciones colectivas e individual.
En el vuelo de las palabras, con el inconveniente de inseguridad ciudadana y los aleteos políticos, de dirigentes embriagados de poder, alimentando su ego personal, producto de la compra y venta de conciencia, con los aliados bisagras; violentan el pensamiento del poeta, quien hace tiempo sufre de pesadillas traviesas, redactando estrofas inconclusas, en medio de unos versos, entendiendo “La mil y una noche”, en la entraña de la sociedad global, permeada por la criminalidad; que desafía con poderes amparados en el narcotráfico y el lavado o blanqueado de dinero, a los gobiernos y jefes de estados.
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