28/11/2019

Contemplando nuestro viejo tronco

Adviento: Tiempo de espera.  Ven Señor Jesús
"Ya es hora que se despierten del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca" (Rom 13, 1)
 
Reflexiones para el ADVIENTO
Contemplando nuestro viejo tronco

Teresa Valentí  Batlle.  Es misionera de Cristo Jesús

ADVIENTO: Tiempo de preparación a la Navidad. Las calles se iluminaron, ¿a destiempo?. El espíritu festivo de este país o la evasión del presente, podrían, dar la respuesta. Las personas somos todas ¡tan diferentes! Creo que las fiestas se preparan y Adviento es una bella oportunidad para no distorsionar el sentido auténtico de la Navidad, aunque tengo que confesarles que, en mis "liturgias especiales" ya he escuchado villancicos. La Iglesia nos ayuda con sus mensajes a preparar el corazón y así celebrar cada acontecimiento en el tiempo oportuno.

Lo más importante no es lo externo sino que en nuestro ser más íntimo la esperanza se remueve y brillen luces en nuestra vida para que caminemos por sendas de justicia y fraternidad.

1. "El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban en tierras de sombras, y una luz les brilló". Esta es la promesa. El Señor va a hacer brotar un vástago en medio de nuestra sequedad. Un tronco, reverdecido por la esperanza, alimentará la nuestra que se resiste a morir.

La Palabra de Lucas 21, 15-28.34-36 nos invita a "Levantar la cabeza: Llega nuestra liberación". Vivamos conscientes de esa perspectiva liberadora, enfrentando todas las dificultades y riesgos que conlleva contemplar nuestro viejo tronco para no dejarle morir. La esperanza del día a día es la respuesta positiva que nos ayuda a preparar la Navidad que, no es otra que renaciendo con Jesús, echamos brotes nuevos. Nuestra vida puede florecer cuando la contemplamos desde la fe en Jesús, el Hijo de Dios.

La basura que invade nuestras calles puede "florecer" si todos contribuimos con nuestro esfuerzo. Mejorar el entorno es mejorar la creación de Dios, es, también, mejorar las relaciones humanas viviendo desde la justicia y el amor, todo eso supone, dedicar tiempo a la oración; en desolación o en consolación el tiempo "que dedico a mi rosa hace que mi rosa sea importante". (St. Exupery).

El tiempo del jubileo cronológico se está acabando pero no la llamada a la conversión del corazón. Adviento es el tiempo de preparar y adornar la tierra de nuestro corazón que quiere florecer por el amor, la luz y la paz. Vivamos despiertos, atentos, siguiendo las sendas del Señor intentando caminar con rectitud, misericordia y lealtad.

2- Descubrir y escuchar el misterio. Llegó una carta de una comunidad de Misioneras de Cristo Jesús, y con ella, el perfil de la persona de Adviento, quiero compartirlo con Usted.
Es una persona que tiene los ojos limpios, muy despiertos, porque debe leer el misterio de la vida, porque debe entender los signos de los tiempos, porque debe descubrir las huellas del Amado.

Tiene también los oídos afinados, muy abiertos, porque debe escuchar los mensajes ofrecidos, y escuchar las voces de los pequeños, los gritos de las víctimas, los anuncios del profeta.

Es una persona que tiene las manos abiertas, desprendidas, se hace pobre y se siente pobre, sabe que el Reino de Dios le pertenece, y lo espera. Manos disponibles, serviciales, generosas, para que el Reino de Dios venga, que no tarde la salvación.

Es una persona de corazón ardiente, escucha la palabra y se enardece, escucha la promesa, lee los signos y se enciende. Contagia el optimismo, cree en la utopía y la trabaja.

Es una persona de sentimientos alegres, aunque conoce el sufrimiento y la pobreza No es alegría natural, es recibida, ha escuchado las Bienaventuranzas, las ha interiorizado y practicado. Sabe que los pobres son dichosos, y los que sufren, y los que lloran, porque Dios está con ellos, y poseerán la Tierra, conseguirán el Reino.

Es una persona que eleva sus brazos en actitud suplicante. Necesita de la fuerza de lo alto, consciente de la necesidad de Dios y de su Espirítu, Él es quien fecunda la historia y hace posible el fruto deseado, Él es quien hace "gemir a la Creación entera con dolores de parto" (Rom 8,22). Su oración favorita es: ¡Ven, Espíritu de Dios! ¡Ven Espíritu amado, adelanta el día del Señor que todos deseamos.

Tarea personal ¿Podría describir mi perfil de persona "en adviento"?
¿Qué siento al contemplar "mi tronco", quiero reverdecer y mejorar la creación de Dios con mi esfuerzo?, si es así, mi perfil es positivo, expectante, libertador.
Contemplar "nuestros troncos secos", nos abre a la esperanza y al riesgo para enfrentar las dificultades propias del que quiere florecer.Tiempo de silencio.

De esta forma viviremos la Navidad del Señor ocupados del Señor de la Navidad.

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