Padre Manuel Antonio García Salcedo PhD. Arquidiócesis de Santo Domingo*
La reflexión sobre los fecundos inicios de la vida de la Iglesia no debe generar una desafortunada oposición artificial entre institución y carisma, aludiendo al periodo anterior al Concilio Vaticano II en clave de discontinuidad y superación actual.
Tras 60 años de post-concilio, su balance pide volver a las fuentes de la fe eclesial. La lectura del Nuevo Testamento que han hecho los Padres de la Iglesia, los primeros teólogos como San Ireneo, el gran Apologista y Doctor de la Trinidad, y luego, San Atanasio con una sólida Cristología, permitirá a San Basilio y a los capadocios (hacia el 370 DC) elaborar una teología de la divinidad del Espíritu Santo recogidas en el concilio ecuménico de Constantinopla (año 381 DC).
Los Padres Conciliares del Vaticano II solicitaron a la luz de los Padres de la Iglesia una mejor exposición del Espíritu Santo, su acción y frutos, en los esquemas que las comisiones encargadas prepararían, teniendo en cuenta al presentar a la luz de la Fe Católica:
el vigor de Palabra de Dios,
el contexto cultural,
la situación injusta del tercer mundo,
el escándalo de la división entre las Iglesias Cristianas y las exigencias nuevas en la vida de los creyentes de cuyo conocimiento y accionar dependerá el avance o limitante de la vida y misión de la Iglesia en una triple vertiente:
vivificadora-santificadora, congregadora y misionera.
Muchos han sido los avances y los límites de la Pneumatología para la recepción en profundidad del Concilio y de sus Constituciones en la vida de la Iglesia por los cauces sacramentales que indica la voz del Espíritu, partiendo de 4 cuestionantes en clave de Dialogó Teológico que formularemos en lo adelante.
El Papa Juan XXIII convocó dicho Concilio para abrir las ventanas de la Iglesia al viento del Espíritu Santo con indica el documento Humanae Salutis, pidiendo a los Obispos convocados a trabajar para promover los mejores valores culturales de la época desde el Evangelio, y no lanzar condenas y anatemas, con la oración Espíritu Divino: renueva tus maravillas en esta nuestra era como si fuera un Nuevo Pentecostés, y concede que tu Iglesia, orando perseverantemente e insistentemente con un solo corazón y mente junto con María, la Madre de Jesús, y guiados por Pedro, promueva el Reinado del Divino Salvador, el Reino de justicia, de amor y de paz.
San Pablo VI puso por obra con sus iniciativas papales durante el Concilio Vaticano II estos proyectos:
1) El 29 de septiembre – 4 de diciembre de 1963. Segunda sesión del Concilio que S.S. Pablo VI clausura con la promulgación de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia.
2) El 4-6 de enero de 1964, S.S. Pablo VI viaja a Tierra Santa al histórico encuentro con Atenágoras I, Patriarca de Constantinopla.
3) Da apertura a la tercera sesión conciliar del 14 de septiembre al 21 de noviembre de 1964. Clausura con la promulgación de la Constitución sobre la Iglesia, proclamando a María como Madre de la Iglesia.
4) En diciembre 1964, entre la tercera y cuarta sesión del Concilio, viaja a Bombay al Congreso Eucarístico Internacional.
5) El 4 de octubre, durante la cuarta y última sesión del Concilio, viaja a Nueva York a la ONU, para hacer un llamado a la paz mundial ante los representantes de todas las naciones.
6) El 7 de diciembre de 1965, un día antes de finalizar el Concilio, el Papa Pablo VI y el Patriarca Atenágoras I levantan los mutuos anatemas, pronunciados por representantes de la Iglesia Oriental y Occidental en Constantinopla en 1054.
7) El 8 de diciembre de 1965 promulga el Papa solemnemente y confirma los restantes documentos del Concilio, y proclama un jubileo extraordinario, el 1 de enero al 29 de mayo de 1966, para reflexión y renovación de toda la Iglesia a la luz de las grandes enseñanzas conciliares.
El Papa Montini da los primeros pasos hacia la unidad de todos los cristianos, fomentó con insistencia la colaboración colegial de los obispos, el proceso de consolidación de las Conferencias Episcopales Nacionales, los diversos Sínodos y viajó al continente americano para la inauguración de la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, siendo ésta la primera vez que un Sucesor de Pedro pisaba tierras americanas, así como al resto de los continentes.
*Tesis Doctoral:
«El Diálogo Pneumatológico del Magisterio del Papa San Pablo VI a partir del Concilio Ecuménico Vaticano II».
Extracto 2.
En preparación: investigación postgrado doctoral.
Otros temas del mismo autor:
John Fleury y la historia científica de la devoción cultural importante de la nación
Acercamiento a la Teología Montinia
Anote este número. 829 694 1948 y este correo-e: aire96fm@gmail.com y escríbanos para mantenerse informado de las novedades y actualizaciones de esta página ¿Le gustaría recibir nuestro boletín semanal por correo electrónico? Suscríbete entrando aquí. Queremos orar contigo, llena el siguiente formulario y estaremos orando por ti y tus necesidades. Dios es quien hace la obra, nosotros te acompañamos clamando por ti: AQUÍ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario