06/03/2025

MUCHOS ESPECTADORES Y POCOS ACTORES

 P. Luis Alberto De León Alcántara Email: albertodeleon_011@hotmail.com

Todos sabemos que un espectador es aquel que mira desde la distancia, un individuo que en estado pasivo no se compromete en lo que está ocurriendo, sino que simplemente observa sin tomar partido. Mientras que un actor es quien representa un papel, el que sale delante de la cámara, el que hace posible la película. En la vida diaria, es quien asume los compromisos, quien se ensucia las manos para que todo salga bien. Es además, el responsable del progreso o del retroceso del mundo. Por eso, hoy más que en otros tiempos, tenemos muchos espectadores y pocos actores.

En el mundo en el que vivimos, la mayoría de las personas prefieren ser espectadores, meros individuos que su vocación sublime es quedarse tranquilo ante las obligaciones de la sociedad y permitir que sea el otro que actué, que se sacrifique. Diferente a que hace el papel de actor, que debe luchar por los demás, dar la cara cuando las cosas se ponen difíciles y complejas. Es decir, mientras que un espectador no se estresa por lo que suceda en el mundo, el actor pone su inteligencia y todo su ser para que la vida tenga un futuro diferente.

¡Espectador o actor! He aquí la cuestión, parafraseando a William Shakespeare. Cada ser humano decide en el lugar que quiere colocarse. Por comodidad, una gran parte vivirá como los primeros, porque se acostumbraron a desarrollar su existencia con el mínimo esfuerzo, evitando todo lo que sugiera o tenga la sensación de complicaciones humanas. Por conciencia y por responsabilidad con la humanidad, un grupo selecto, serán los segundos, porque quieren gastar su vida por el bien común, por los valores universales y por la paz entre los seres humanos.

También hay que dejar claro que los espectadores piensan que la vida es una obra de teatro o una sala de un cine, donde solo existe espacio para gozar, disfrutar y pasarla bien, comiendo palomitas de maíz y tomando soda, creyendo que la tierra es un paraíso. Dicho de otro modo, viven en una burbuja, en un mundo imaginario. Consideran a los actores esclavos del trabajo y afanados por los problemas de los demás. Por eso, desde su lógica miope, creen que nacieron con el don del ocio y del entretenimiento sin límites, de aquí que no existe la voluntad por actuar distintos al resto de los demás.

Ahora bien, a pesar de que estamos inmersos en una generación que pretende vivir observando todo desde la grada, quienes realmente transforman nuestra historia, son los actores. Los seres humanos que no se quedan indiferentes, los que son agradecidos y ponen todo su mente, alma y corazón al servicio de la dignidad humana. Por tanto, a pesar que la moda es vivir del espectáculo, en la superficialidad y creyendo que estamos en un paraíso, nada sucede sin actores, sin hombres y mujeres que dejen huellas y su marca a lo largo de los años.

Otros temas del P. Luis Alberto

LA INDEPENDENCIA: LIBERTAD CON SABOR A SANGRE

LA PRUDENCIA FRUTO DE LA EXPERIENCIA

¿QUE DECIR DEL AMOR Y DE LA AMISTAD?

Lecturas      Homilías     Moniciones

Anote este número. 829 694 1948 y este correo-e: aire96fm@gmail.com y escríbanos para mantenerse informado de las novedades y actualizaciones de esta página  ¿Le gustaría recibir nuestro boletín semanal por correo electrónico? Suscríbete entrando aquí. Queremos orar contigo, llena el siguiente formulario y estaremos orando por ti y tus necesidades. Dios es quien hace la obra, nosotros te acompañamos clamando por ti: AQUÍ.



No hay comentarios:

Publicar un comentario