Las políticas buscan solucionar problemas:
El sexo, con el que uno nace, no se asigna, viene determinado en los genes, eso no es problema, el problema es no aceptarse a uno mismo como varón o como mujer, no valorarse o no aceptar y respetar al otro, despreciar, infravalorarlo por su sexo o por alguna otra diferencia física. La dignidad nos viene porque somos la obra más maravillosa de toda la creación.
Cada país, región o Grupo Social tiene valores, conductas o roles que se los atribuimos a las personas según el sexo. Hay que respetar las los pueblos y su cultura aunque estos sean pequeños. Pero estas culturas no están por encima de la dignidad humana, del hombre y de la mujer, ni de las leyes de su Creador.
Respetemos a los niños y niñas, a nuestros adolescentes; ellos están por encima de nuestros interés ideológicos y políticos.No los discriminemos ni por su identidad, ni por su orientación sexual.
Promovamos la igualdad de todas las personas, pero sin negar la diferencia de sexos.
Respetemos el derecho de los padres a educar a sus hijos, no son del Estado, quien tiene sólo derecho subsidiario. Los padres son los primeros responsables de orientar a sus hijos en cuanto a su auto definición. A ellos les toca transmitir sus valores y creencias, coherentes con su estilo de vida. Ellos son el apoyo y los que a la larga les ofrecen seguridad. Ellos son los primeros responsables de enseñarles los grandes valores del ser humano como la hermandad, el optimismo, la perseverancia, la gratitud, la fe, la entrega y la donación de sí mismo por el bien del otro, de la familia, de la sociedad y de la Patria.
José Grullón Estrella
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