28/10/2019

“La nueva pobreza angustia más que la de antes”


“Padre de los pobres”. Monseñor Lorenzo Vargas, vicario episcopal territorial de Monte Plata, también conocido popularmente como “el padre de los pobres”, describe lo que califica como “la nueva pobreza” que afecta a miles de familias pobres en nuestro país.
Monseñor Lorenzo Vargas aseguró que “la pobreza que afecta a miles de familias dominicanas es más angustiante que la de antes porque el pobre vivía con muchas limitaciones y muchas problemáticas pero no tenía aspiración ni sabía muchas veces que había tantas cosas buenas que buscar y que desear”.
Vargas, con una larga experiencia trabajando con familias pobres en esta provincia como vicario, asegura que actualmente “el pobre es más pobre” y puso como ejemplo a esta provincia “donde alrededor del 70 por ciento de los hogares viven en la pobreza y el desempleo afecta a la mayoría de la población”. La “provincia Esmeralda”, que durante años ocupó el cuarto lugar en el ranking de la pobreza, ahora pasó al sexto lugar.
Vargas, quien conoce la situación de las familias de esa provincia por experiencias acumuladas durante años en su trabajo, comentó que actualmente muchas familias pobres “lo saben todo porque los medios de comunicación llegan a todas partes”.
Como ejemplo, refiere que las visitas pastorales que hace a las parroquias de la provincia ahora se facilitan porque muchos tienen celulares y se mantienen comunicados con él.
“Es decir, el pobre es más pobre porque conoce que hay otras posibilidades a las que tiene derecho y que le gusta, porque lo bueno le gusta a todo el mundo, particularmente a la juventud, que en ocasiones se desespera y emigra en busca de mejores oportunidades.
“Un dato interesante es que en el Censo Nacional de Población y Vivienda del 2010 solo hablaba de 185,000 habitantes en esta provincia y la proyección ahora al 2019 simplemente es de 190,000. Es decir, la población aumentó cinco mil personas”, pero indica que ha habido mucho éxodo. “Uno no encuentra tanta juventud en las parroquias. Vamos caminando hacia un deterioro porque si los jóvenes se tienen que ir, ¿qué va a quedar? Cada vez estaremos más atrasados”.
Monseñor Vargas entiende que la situación plantea que “debemos trabajar mucho en la línea del desarrollo, que en esta área debe estar unido a la agroindustria, a la agropecuaria. Hay una gran cantidad de tierra todavía sin explotar, que tristemente está en manos de un grupo que vive en la ciudad capital y que, por beneficios políticos, por ser militares, han ido adquiriendo propiedades que no la ponen a producir, de manera que puedan hacer que mucha gente se integre a ese trabajo”. Entiende que los esfuerzos que se hacen son “muy tímidos para lograr ese desarrollo”.
La provincia de Monte Plata es, según Vargas, uno de los puntos de desarrollo del ecoturismo, pues tiene las condiciones naturales para esa actividad recreativa. “Lo de provincia Esmeralda es una realidad aquí, en todas partes. Hay muchos saltos de agua dulce, ríos y el Parque Nacional de Los Haitises, que podría ser una fuente hermosísima de hacer ecoturismo”.
Lamentó que, a la fecha, no se ha ejecutado un proyecto ecoturístico en Los Haitises que permita que muchas familias se ganen el sustento en esa actividad, como ocurre en otros lugares del país. “Hay muchas cosas, unos dicen que, por falta de recursos económicos del Gobierno, otros por falta de iniciativas, etcétera, etcétera. Hay muchas cosas en esa realidad”.
Comentó que otro elemento importante en esta temática es la parte religiosa. Monte Plata tiene dos santuarios activos: uno, el santuario de nuestra señora de Aguas Santas en la comunidad de Boyá, que pocas personas conocen; y el santuario de Bayaguana, que pronto será trasladado a un moderno santuario, cuya construcción está muy avanzada.
Lorenzo Vargas Salazar
Fecha y lugar de nacimiento: 19 de agosto 1953, La Yagüita, San Francisco de Macorís.
Ocupación: Sacerdote desde 1977. Recibió la Vicaría Arquidiocesana y en los últimos 11 trabaja en la Iglesia del Santo
Cristo de Bayaguana. La provincia de Monte Plata tiene 12 parroquias.
Templo. Un moderno edificio se construye en Bayaguana para alojarla imagen del “Santo Cristo” que todavía permanece en la vieja y legendaria parroquia de la población. Monseñor Vargas muestra mucho entusiasmo y le da seguimiento a los trabajos de la obra que atraerá a esta comunidad a turistas de todo el mundo.




Obispo pide a los políticos conciliar


El obispo auxiliar de la arquidiócesis de esta ciudad, monseñor Tomás Morel Diplán, hizo un llamado ayer a la clase política nacional para que busquen acuerdos y la reconciliación, echando a un lado el odio y el resentimiento que, de acuerdo al prelado, en nada contribuyen al desarrollo de la nación.

Asimismo abogó por un debate serio y responsable de manera institucional, donde no se estén personalizando las luchas entre miembros de los partidos, “porque con eso no se resuelven los problemas que padece la sociedad dominicana”.
Dijo que las discusiones vanas, superficiales y personalizadas de los dirigentes políticos no aportan nada al desarrollo del país, sino todo lo contrario: laceran a los partidos como instituciones y se pierde el tiempo.

“El país necesita de todos y de cada miembro de los partidos. Deseamos que se pongan de acuerdo y se reconcilien; nos mandan un mensaje feo, de odio y resentimiento. El país no se desarrolla ni con odio ni resentimiento, sino con voluntad y deseo de servir más que todo”, afirmó el prelado en torno al tema.

Morel Diplán dijo que las discusiones personalizadas de los dirigentes políticos solo ayudan a perder el tiempo. Cree que los líderes de los partidos deben abrir un debate y hacer desde allí los aportes que demanda la nación.

El religioso sostuvo que como consecuencia de esta lucha que libran los partidos políticos se están dañando las instituciones, así como el propio sistema democrático del país.
El obispo advirtió igualmente que lo que pasa en estos momentos en países como Chile, Ecuador, Bolivia y Venezuela es el reflejo de lo que podría acontecer en la República Dominicana si la clase política, “fundamentalmente no asume su rol para un debate serio y el cuidado de las instituciones”.




25/10/2019

Conmoción de dolor por inesperada traición


El desengaño de un suceso inesperado, hizo comprender que hay que tener mucho cuidado, cuando se decide confiar en alguien; porque la traición lacera como espada de doble filo, los sentimientos más íntimos del corazón; colocando en el desfiladero  de la vida, a la amistad y al amor, principios básicos que justifican, la razón de ser de la existencia humana en la tierra.  
    
La persona que experimenta lo afirmado, pende cual gorrión herido, en medio de la melancolía y la desilusión, buscando ser salvado de una fuerte depresión, evitando el estrés, que ocasiona tal situación; donde se debe buscar ayuda psicológica, para soportar la cruda realidad que trae consigo, una inesperada traición.
    
Se enseña al navegar por https://psicologiaymente.com/social/superar-una-traicion, que: “La traición es una de esas circunstancias que podemos sufrir en silencio durante un tiempo, y que pueden herir el corazón de la persona traicionada. Ya sea por parte de la pareja, un amigo, miembros de la familia o un compañero de trabajo, esta situación despierta emociones muy intensas y dolorosas”.
   
El autor de lo afirmado, Juan Armando Corbin, en su producción ensayística, titulada 6 claves para superar una traición, reflexiona diciendo, que: “Superar una traición no es fácil, y si la persona nos importa mucho, puede llegar a afectar a las diferentes áreas de nuestra vida. Ahora bien, estas situaciones tan delicadas y dolorosas pueden llegar a hundirnos durante un tiempo, pero también pueden suponer valiosas experiencias y aprendizajes de incalculable valor por y para la vida”.
  
Las 6 claves que plantea en su escrito Corbin, son las siguientes: “1. Analiza las circunstancias en que ocurrió la traición. 2. No seas duro contigo mismo. 3. No guardes rencor. 4. Acepta la situación. 5. Tómate tu tiempo. Y 6. Sé sincero”; por lo que se debe afirmar, que el evento requiere de paciencia, meditación y reflexión para lograr reponerse victoriosamente de la inesperada traición; que es lo mismo que decir, engaño. Esto va en contra de la amistad y el amor, como ejes transversales que debe tomar en cuenta cualquier sociedad, con objetivos claros de progreso y prosperidad.   
   
Al tomar de referencia las indicadas claves formativas psicológicas, de Juan Armando, poseedor de un máster en Recursos humanos, se precisa, que: “Tras una traición, y como en cualquier situación de duelo, la primera etapa que experimenta la persona, es la de conmoción. La traición es una situación tan dolorosa que algunas personas experimentan un nudo en el estómago y una terrible decepción y tristeza. En estas situaciones es importante hablar con alguien cercano, porque canalizar este tipo de emociones puede no ser fácil. Hablar con otros individuos, además, puede permitirte ver las cosas desde otra perspectiva”.
   
El inesperado acontecimiento de una traición, que conmociona de dolor a la persona que confronta tan cruel situación; debe ser motivo de experiencia personal de formación integral, procurando saber elegir y seleccionar a alguien en quien confiar, para que se haga realidad, en las acciones individuales y colectivas, lo que se le conoce con el nombre de lealtad.


19/10/2019

Jornada Mundial de las Misiones 2019 – Mensaje del Santo Padre Francisco


MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES 2019
Bautizados y enviados:
la Iglesia de Cristo en misión en el mundo
Queridos hermanos y hermanas:
He pedido a toda la Iglesia que durante el mes de octubre de 2019 se viva un tiempo misionero extraordinario, para conmemorar el centenario de la promulgación de la Carta apostólica Maximum illud del Papa Benedicto XV (30 noviembre 1919). La visión profética de su propuesta apostólica me ha confirmado que hoy sigue siendo importante renovar el compromiso misionero de la Iglesia, impulsar evangélicamente su misión de anunciar y llevar al mundo la salvación de Jesucristo, muerto y resucitado.
El título del presente mensaje es igual al tema del Octubre misionero: Bautizados y enviados: la Iglesia de Cristo en misión en el mundo. La celebración de este mes nos ayudará en primer lugar a volver a encontrar el sentido misionero de nuestra adhesión de fe a Jesucristo, fe que hemos recibido gratuitamente como un don en el bautismo. Nuestra pertenencia filial a Dios no es un acto individual sino eclesial: la comunión con Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, es fuente de una vida nueva junto a tantos otros hermanos y hermanas. Y esta vida divina no es un producto para vender —nosotros no hacemos proselitismo— sino una riqueza para dar, para comunicar, para anunciar; este es el sentido de la misión. Gratuitamente hemos recibido este don y gratuitamente lo compartimos (cf. Mt 10,8), sin excluir a nadie. Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, y a la experiencia de su misericordia, por medio de la Iglesia, sacramento universal de salvación (cf. 1 Tm 2,4; 3,15; Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 48).
La Iglesia está en misión en el mundo: la fe en Jesucristo nos da la dimensión justa de todas las cosas haciéndonos ver el mundo con los ojos y el corazón de Dios; la esperanza nos abre a los horizontes eternos de la vida divina de la que participamos verdaderamente; la caridad, que pregustamos en los sacramentos y en el amor fraterno, nos conduce hasta los confines de la tierra (cf. Mi 5,3; Mt 28,19; Hch 1,8; Rm 10,18). Una Iglesia en salida hasta los últimos confines exige una conversión misionera constante y permanente. Cuántos santos, cuántas mujeres y hombres de fe nos dan testimonio, nos muestran que es posible y realizable esta apertura ilimitada, esta salida misericordiosa, como impulso urgente del amor y como fruto de su intrínseca lógica de don, de sacrificio y de gratuidad (cf. 2 Co 5,14-21). Porque ha de ser hombre de Dios quien a Dios tiene que predicar (cf. Carta apost.  Maximum illud).
Es un mandato que nos toca de cerca: yo soy siempre una misión; tú eres siempre una misión; todo bautizado y bautizada es una misión. Quien ama se pone en movimiento, sale de sí mismo, es atraído y atrae, se da al otro y teje relaciones que generan vida. Para el amor de Dios nadie es inútil e insignificante. Cada uno de nosotros es una misión en el mundo porque es fruto del amor de Dios. Aun cuando mi padre y mi madre hubieran traicionado el amor con la mentira, el odio y la infidelidad, Dios nunca renuncia al don de la vida, sino que destina a todos sus hijos, desde siempre, a su vida divina y eterna (cf. Ef 1,3-6).
Esta vida se nos comunica en el bautismo, que nos da la fe en Jesucristo vencedor del pecado y de la muerte, nos regenera a imagen y semejanza de Dios y nos introduce en el cuerpo de Cristo que es la Iglesia. En este sentido, el bautismo es realmente necesario para la salvación porque nos garantiza que somos hijos e hijas en la casa del Padre, siempre y en todas partes, nunca huérfanos, extranjeros o esclavos. Lo que en el cristiano es realidad sacramental —cuyo cumplimiento es la eucaristía—, permanece como vocación y destino para todo hombre y mujer que espera la conversión y la salvación. De hecho, el bautismo es cumplimiento de la promesa del don divino que hace al ser humano hijo en el Hijo. Somos hijos de nuestros padres naturales, pero en el bautismo se nos da la paternidad originaria y la maternidad verdadera: no puede tener a Dios como padre quien no tiene a la Iglesia como madre (cf. San Cipriano, La unidad de la Iglesia católica, 4).
Así, nuestra misión radica en la paternidad de Dios y en la maternidad de la Iglesia, porque el envío manifestado por Jesús en el mandato pascual es inherente al bautismo: como el Padre me ha enviado así también os envío yo, llenos del Espíritu Santo para la reconciliación del mundo (cf. Jn 20,19-23; Mt 28,16-20). Este envío compete al cristiano, para que a nadie le falte el anuncio de su vocación a hijo adoptivo, la certeza de su dignidad personal y del valor intrínseco de toda vida humana desde su concepción hasta la muerte natural. El secularismo creciente, cuando se hace rechazo positivo y cultural de la activa paternidad de Dios en nuestra historia, impide toda auténtica fraternidad universal, que se expresa en el respeto recíproco de la vida de cada uno. Sin el Dios de Jesucristo, toda diferencia se reduce a una amenaza infernal haciendo imposible cualquier acogida fraterna y la unidad fecunda del género humano.
El destino universal de la salvación ofrecida por Dios en Jesucristo condujo a Benedicto XV a exigir la superación de toda clausura nacionalista y etnocéntrica, de toda mezcla del anuncio del Evangelio con las potencias coloniales, con sus intereses económicos y militares. En su Carta apostólica Maximum illud, el Papa recordaba que la universalidad divina de la misión de la Iglesia exige la salida de una pertenencia exclusiva a la propia patria y a la propia etnia. La apertura de la cultura y de la comunidad a la novedad salvífica de Jesucristo requiere la superación de toda introversión étnica y eclesial impropia. También hoy la Iglesia sigue necesitando hombres y mujeres que, en virtud de su bautismo, respondan generosamente a la llamada a salir de su propia casa, su propia familia, su propia patria, su propia lengua, su propia Iglesia local. Ellos son enviados a las gentes en el mundo que aún no está transfigurado por los sacramentos de Jesucristo y de su santa Iglesia. Anunciando la Palabra de Dios, testimoniando el Evangelio y celebrando la vida del Espíritu llaman a la conversión, bautizan y ofrecen la salvación cristiana en el respeto de la libertad personal de cada uno, en diálogo con las culturas y las religiones de los pueblos donde son enviados. La missio ad gentes, siempre necesaria en la Iglesia, contribuye así de manera fundamental al proceso de conversión permanente de todos los cristianos. La fe en la pascua de Jesús, el envío eclesial bautismal, la salida geográfica y cultural de sí y del propio hogar, la necesidad de salvación del pecado y la liberación del mal personal y social exigen que la misión llegue hasta los últimos rincones de la tierra.
La coincidencia providencial con la celebración del Sínodo especial de los obispos para la región Panamazónica me lleva a destacar que la misión confiada por Jesús, con el don de su espíritu, sigue siendo actual y necesaria también para los habitantes de esas tierras. Un Pentecostés renovado abre las puertas de la Iglesia para que ninguna cultura permanezca cerrada en sí misma y ningún pueblo se quede aislado, sino que se abran a la comunión universal de la fe. Que nadie se quede encerrado en el propio yo, en la autorreferencialidad de la propia pertenencia étnica y religiosa. La pascua de Jesús rompe los estrechos límites de mundos, religiones y culturas, llamándolos a crecer en el respeto por la dignidad del hombre y de la mujer, hacia una conversión cada vez más plena a la verdad del Señor resucitado que nos da a todos la vida verdadera.
A este respecto, me vienen a la mente las palabras del papa Benedicto XVI al comienzo del encuentro de obispos latinoamericanos en Aparecida, Brasil, en el año 2007, palabras que deseo aquí recordar y hacer mías: «¿Qué ha significado la aceptación de la fe cristiana para los pueblos de América Latina y del Caribe? Para ellos ha significado conocer y acoger a Cristo, el Dios desconocido que sus antepasados, sin saberlo, buscaban en sus ricas tradiciones religiosas. Cristo era el Salvador que anhelaban silenciosamente. Ha significado también haber recibido, con las aguas del bautismo, la vida divina que los hizo hijos de Dios por adopción; haber recibido, además, el Espíritu Santo que ha venido a fecundar sus culturas, purificándolas y desarrollando los numerosos gérmenes y semillas que el Verbo encarnado había puesto en ellas, orientándolas así por los caminos del Evangelio. […] El Verbo de Dios, haciéndose carne en Jesucristo, se hizo también historia y cultura. La utopía de volver a dar vida a las religiones precolombinas, separándolas de Cristo y de la Iglesia universal, no sería un progreso, sino un retroceso. En realidad sería una involución hacia un momento histórico anclado en el pasado» (Discurso en la Sesión inaugural, 13 mayo 2007).
Confiemos a María, nuestra Madre, la misión de la Iglesia. La Virgen, unida a su Hijo desde la encarnación, se puso en movimiento, participó totalmente en la misión de Jesús, misión que a los pies de la cruz se convirtió también en su propia misión: colaborar como Madre de la Iglesia que en el Espíritu y en la fe engendra nuevos hijos e hijas de Dios.
Quisiera concluir con unas breves palabras sobre las Obras Misionales Pontificias, ya propuestas como instrumento misionero en la  Maximum illud. Las OMP manifiestan su servicio a la universalidad eclesial en la forma de una red global que apoya al Papa en su compromiso misionero mediante la oración, alma de la misión, y la caridad de los cristianos dispersos por el mundo entero. Sus donativos ayudan al Papa en la evangelización de las Iglesias particulares (Obra de la Propagación de la Fe), en la formación del clero local (Obra de San Pedro Apóstol), en la educación de una conciencia misionera de los niños de todo el mundo (Obra de la Infancia Misionera) y en la formación misionera de la fe de los cristianos (Pontificia Unión Misional). Renovando mi apoyo a dichas obras, deseo que el Mes Misionero Extraordinario de Octubre 2019 contribuya a la renovación de su servicio a mi ministerio misionero.
A los misioneros, a las misioneras y a todos los que en virtud del propio bautismo participan de algún modo en la misión de la Iglesia, les envío de corazón mi bendición.
Vaticano, 9 de junio de 2019, Solemnidad de Pentecostés
Francisco


13/10/2019

"Jesús, Maestro, crea en mí un corazón misionero"

En la parroquia Nuestra Señora de América Latina en Sabana Perdida, Santo Domingo Norte.


Así lo expresó hoy el Padre Domingo Vásquez Morales, quien presidió la segunda Eucaristía de este domingo y dio a cuatro pequeños el Sacramento del Bautismo.

Durante su homilía puntualizó que la humanidad está en peligro por la búsqueda incesante de poder.

"Nuestra sociedad representa aquel lugar sin nombre por donde caminan los leprosos", manifestó.

Exhortó a los feligreses a pensar ¿Cuál es la enfermedad que nos mantiene alejados de Cristo Jesús?

Recomendó además a los fieles a cambiar y dejar atrás las situaciones de nuestra vida que nos enferman.

"Debemos estar limpios y ayudar a otros a estar limpios", sostuvo.
Así mismo expresó que no basta estar limpios y curados, hay que procurar un tercer paso que es la salvación.

Instó a los presentes a buscar motivos para agradecer a Dios todos los días.
Vásquez Morales nos invitó a orar por los enfermos.

Concluyó su homilía con la oración: Dios de misericordia, que tu Hijo nos has entregado la salvación y la vida, danos un corazón agradecido para que podamos reconocer todo lo que quieres hacer por nosotros. Amén.

Los niños que recibieron el Sacramento del Bautismo son Anais González Candelario,
Elián David de León Quezada, Williams Elías Ramírez Abreu, Patricia Marie Rincón Valdez y Haneisi Marian Valdez Florencio.

También fue presentada al Señor la niña Mía Isabella Arias Domínguez, para ella pedimos que Dios le siga concediendo gracia y le permita permanecer en el camino de la fe.
Redacción y fotos: Jacqueline Pichardo

10/10/2019

La cúpula católica da su apoyo a la JCE y pide a líderes madurez política


La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) afirmó este jueves creer en la “honorabilidad, honradez, seriedad e imparcialidad” de los miembros de la Junta Central Electoral (JCE), al tiempo de felicitar a ese organismo por su “desempeño” y “dedicación” en la organización de las primarias.
Los obispos también felicitaron a la sociedad dominicana por su muestra de civismo durante el proceso y consideraron que este el momento en el que “nuestros líderes” deben demostrar “sabiduría” y “madurez política” y ser capaces de deponer sus intereses personales y grupales en procura del bien común.
“Felicitamos también a la Junta Central Electoral (JCE) por su desempeño y dedicación en la organización de este proceso, a la vez que le invitamos, como ya lo hicimos el pasado día tres del mes en curso, a continuar dando muestra de credibilidad para fortalecer la confianza que el pueblo dominicano ha depositado en sus miembros”, dijo la CED en un comunicado.
La cúpula católica consideró “importante” disipar cualquier duda, como hasta ahora ha hecho la JCE, a la que atribuyó un desempeño “justo” e “imparcial” durante las primarias celebradas el domingo pasado.
“El respeto a la institucionalidad, que tanto ha costado a la nación, es fundamental para el desarrollo de un clima democrático en que nuestra ciudadanía espera sosiego. Es el momento de acompañar a la JCE para que pueda seguir realizando su trabajo”, agregaron los purpurados.
En ese sentido, exhortaron a las organizaciones políticas, movimientos cívicos, a las instituciones privadas, “y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad”, a colaborar para que el clima de paz, respeto, y concordia prime en el país.
El país vive momentos de crispación política, pues el expresidente Leonel Fernández ha denunciado un supuesto fraude electoral en su contra, que le ha impedido ganar las primarias del PLD ante el exministro de Obras Públicas Gonzalo Castillo, a quien los datos preliminares le otorgan la victoria con algo más de 26.000 votos. EFE.

04/10/2019

Sobre primarias del 6 de octubre


Conferencia del Episcopado Dominicano

            Dirección de Comunicación y Prensa

COMUNICADO


3 de octubre de 2019

Con la celebración de las Primarias Simultáneas este domingo 6 de octubre iniciamos un período en el que se definirán los candidatos que van a terciar en las elecciones, donde serán electas las autoridades presidenciales, congresuales y municipales para el período 2020-2024.

La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), reunida del 3 al 5 de octubre con ocasión del XXXVII Encuentro Nacional de Pastoral para evaluar, planificar y programar el próximo año pastoral 2020 y dar respuesta a necesidades fundamentales de la Iglesia y la sociedad, conscientes de la misión que nos corresponde como pastores de orientar a los dominicanos, hacemos un llamado a la sensatez para que los procesos electorales se desenvuelvan dentro de un clima civilizado que reflejen nuestra madurez y crecimiento democrático. En tal sentido, recomendamos tener en cuenta los siguientes aspectos:

·        Llamamos al pueblo a una participación respetuosa, responsable y libre.
·        Una vez más recordamos que el voto es un derecho, un deber y un ejercicio de conciencia. Por tanto, es inconcebible el clientelismo y el soborno.

·        Hacemos un llamado a los líderes y al pueblo en general a respetar los pactos y procesos entre los actores involucrados; tomando como referencia la institucionalidad establecida en la Ley de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos (Ley No. 33-18) y la Ley Orgánica de Régimen Electoral (Ley No. 15-19).

·        Que la Junta Central Electoral (JCE) continúe dando muestras de credibilidad para fortalecer la confianza que el pueblo ha depositado en sus miembros.

Invitamos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a que nos unamos en oración para que Dios nos de la sabiduría para discernir lo que más convenga a nuestra Patria.