07/05/2011

Obispo Emérito Fabio Mamerto Rivas, resta importancia a profecía de secta


SANTIAGO.-  El obispo Emérito Fabio Mamerto Rivas consideró hoy como “una predicción más”,  los designios de un autoproclamado profeta y  la secta Family Radio,  con sede en Oakland, Estados Unidos, quienes advierten  cataclismos para este mes de mayo.
 El prelado católico dijo  que la historia de la humanidad esta llena de ejemplos de esa naturaleza, de predicciones falsas.

 “Hay gentes que se dedica hacer predicciones y soy de los que cree que eso no se va a cumplir”, dijo al conversar vía telefónica con este redactor.

Mamerto Rivas manifestó que algunas personas  se dedican a buscar esas noticias para asustar a los demás.

Este diario público ayer una información dando cuenta de que un autoproclamado profeta aseguró que un terremoto de 14 grados y un tsunami  arrasarán con la República China de Taiwán el  11 de mayo de 2011,  el próximo miércoles.

De igual forma se estableció que la secta Family Radio,  con sede en Oakland, Estados Unidos, ha colocado vallas publicitarias en todo el mundo, incluida República Dominicana, con la profecía de que el 21 de mayo de este año “Cristo vendrá por sus escogidos”.

Una de las vallas está ubicada en la cabecera oriental  del puente Juan Bosch, en Santo Domingo Este.

 Puede leerse el inmenso letrero cuando se circula en dirección oeste-este.

En este sentido Monseñor Rivas dijo que estas son cosas que no extrañan porque desde hace muchísimo tiempo esos predictores han hecho pronósticos fallidos y vemos como eso pasa sin pena ni gloria.

Científico desmiente

  Los rumores sobre el fin del mundo en el 2012 son desmentidos por el científico David Morrison de la NASA, quien cree que los propagadores de esas  especie,  de que el mundo terminará en 2012, tiene sólo fines comerciales.

Explicó que un escritor de literatura de ficción conocido como  Zecharia Sitchin, quien no pudo cumplir su teoría de esta cuestión para el 2003 y la han pospuesta para  21 de diciembre del 2012, coincidiendo con el fin del calendario maya, lo cual rechazó.

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